La Casa Blanca y el Kremlin confirmaron este martes que el presidente los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Rusia, Vladimir Putin, celebrarán su primera cumbre el próximo mes en Ginebra, Suiza, preparando así el escenario para un nuevo capítulo en su tensa relación.
Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que la reunión se llevará a cabo el próximo 16 de junio. “Los líderes discutirán toda la gama de asuntos urgentes, en tanto buscamos restaurar la previsibilidad y la estabilidad de la relación entre Estados Unidos y Rusia”, dijo.
El Kremlin también confirmó la cita, y en un comunicado dijo que Putin y Biden discutirían “cuestiones de estabilidad estratégica”, así como “la resolución de conflictos regionales” y la pandemia.
Preparando el terreno
La reunión se produce en medio de niveles de tensión no vistos en años, y cuando Washington ha reducido sus ambiciones a poco más que establecer una relación en la que ambas partes se entiendan y puedan colaborar en áreas específicas.
Sin embargo, ambas partes están trabajando para calmar las aguas antes de la cumbre, y Estados Unidos enfatiza las esperanzas de trabajar junto a Rusia en temas estratégicos bien definidos, como el control de armas nucleares y las negociaciones nucleares de Irán.
Para preparar el terreno, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el veterano ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, se reunieron la semana pasada en la capital de Islandia, Reikiavik. Después de este encuentro, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció que reparar los lazos “no será fácil”, pero dijo que se vio “una señal positiva”.
Moscú, además, acogió con satisfacción la decisión de Washington de renunciar a las sanciones que habían retrasado la finalización del gasoducto de gas natural Nord Stream 2, una importante ruta de suministro de energía desde Rusia a Europa que a los funcionarios estadounidenses les preocupa que haga que la UE sea demasiado dependiente de los rusos.
*Con información de AFP