El secretismo del Palacio de Buckingham ha suscitado dudas sobre el estado de salud de la reina Isabel II, quien, se supo, pasó una noche hospitalizada para someterse a “pruebas”.
En un breve comunicado, el palacio anunció que la monarca había sido ingresada la noche el miércoles, y que no regresó al Castillo de Windsor hasta el jueves. La casa real subrayó, no obstante, que Isabel II “mantiene un buen estado de ánimo”.
El Palacio de Buckingham reaccionó después de que The Sun filtrara la noticia. Este diario sensacionalista británico aseguró que Isabel II que se quedó en el hospital porque se hizo tarde para volver a Windsor, uno 40 kilómetros al oeste de Londres.
El asunto, sin embargo, provocó una mezcla de indignación, dudas y preocupación después de que, pese a su avanzada edad, la reina realizara una quincena de actos oficiales en las dos semanas desde su regreso de vacaciones en Escocia, en ocasiones hasta tres en un día.
“Fuentes reales habían querido darnos la impresión de que simplemente se había excedido, pero puede que ahora les cueste más convencer a la opinión pública”, señaló Richard Palmer, corresponsal real del Daily Express, subrayando que la expresión “’buen estado de ánimo’ es un cliché de palacio”.
“Rumores y desinformación”
La casa real anunció el miércoles que la monarca había “aceptado a regañadientes el consejo médico de guardar reposo durante los próximos días”, cancelando un viaje a Irlanda del Norte en el centenario de la creación de esa región británica.
El corresponsal real de la BBC, Nicholas Witchell, denunció que “los responsables del Palacio de Buckingham no dieron una imagen completa y razonable de lo que ocurría”. Tildando de “problema” la “ausencia de buena información fiable”, porque hace que “los rumores y la desinformación proliferen”, se preguntó si se puede “confiar en lo que el palacio dice ahora”.
Para quienes conocen a Isabel II, como Robert Hardman, que ha realizado varios documentales sobre ella, esta “odia que la gente le preste demasiada atención en general, pero sobre todo en lo relacionado con su salud”.
También opinó que la realeza “busca mantener una cierta dignidad del cargo y que uno de los motivos por los que ayer no se dijo nada sobre el viaje al hospital fue para evitar un alud de cámaras de televisión a las puertas”.
Apretada agenda
A pesar de su edad, de la muerte de su marido Felipe, en abril, y de la pandemia de Covid-19, la reina Isabel II ha seguido asistiendo en los últimos meses a actos públicos, mientras se prepara para festejar sus 70 años en el trono, en 2022.
Tiene previsto, además, participar junto a su hijo, Carlos, y su nieto, Guillermo, respectivamente primero y segundo en la línea sucesoria al trono, en la COP26, conferencia de la ONU sobre el cambio climático que comienza a principios de noviembre en Glasgow.
Por primera vez desde 2004, la semana pasada se la vio caminando en público con un bastón. Pero el martes apareció sin él junto al primer ministro, Boris Johnson, en una recepción a los líderes empresariales reunidos en Londres para la Cumbre de Inversión Global.
*Con información de AFP