La exposición Guatemaya Sublime, un tributo de la artista brasileña Vera Cíntia, quien además es la Embajadora de Brasil en Guatemala, fue inaugurada recientemente y podrán visitarla en el Instituto Cultural de México en Guatemala, Galería José Gorostiza (en la Embajada de México en el país, 2 avenida 7-57 zona 10 capitalina), hasta el 4 de noviembre.
La exposición tiene como objetivo rendir homenaje a mujeres y hombres que diariamente luchan para transformar este país en una nación. La artista brasileña narró a Emisoras Unidas que cada cuadro retrata los vestigios de los pueblos ancestrales que habitaban estas tierras, así como los pueblos originarios en Brasil y en otras partes de nuestra América Latina.
Los cuadros pintados al óleo, en cuyo estilo sobresale el Realismo, fueron realizados por la artista brasileña, Vera Cíntia, en distintos viajes por América Latina, entablando conversaciones con muchas personas, representando a su vez el alma y la forma de ser del personaje retratado.
En palabra de la artista y diplomática, desde que pisó suelo guatemalteco se enamoró de la diversidad cultural, sus colores, su gente y lo que transmite cada lugar. Le tomó alrededor de cuatro años realizar ocho piezas concernientes a la cultura guatemalteca.
#EUTendencias Los cuadros pintados al óleo fueron realizados por la artista brasileña, Vera Cíntia en distintos viajes por América Latina, entablando conversaciones con muchas personas, representando a su vez el alma y la forma de ser del personaje retratado | Fotos: @EBercian_PN pic.twitter.com/EnmtMK9fRc
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) October 19, 2022
“Mi objetivo es transformar la poesía que veo en lo cotidiano a pinturas en óleo, hago esto en todos los países en donde sirvo a Brasil como diplomática, pero cuando llegué a Guatemala fue un ataque que no sabría expresar, como el síndrome de Stendhal (una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo o incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza)”, expresó Vera.
“Procuro retratar a las personas en momentos de serena alegría, orgullo de ser quien son, y en la expresión de su humanidad en todo su esplendor. Sonríen para el espectador. La bella señora kaqchikel toda en azul, las lindas muchachas de Todos Santos Cuchumatanes, la chamán dando un discurso para el universo, la muchacha que vende jugo de naranja y da el vuelto al espectador del cuadro ‘el cambio'”, agregó.