La reciente aprobación de la Ley de la Policía Nacional Civil (PNC), a través del Decreto 35-2024, trae consigo un conjunto de modificaciones que buscan modernizar y dotar a la institución de herramientas tecnológicas avanzadas. Uno de los cambios más relevantes es la incorporación de cámaras corporales para los agentes y de videovigilancia en las radiopatrullas, una medida que responde a las crecientes demandas de transparencia y rendición de cuentas en el actuar policial.
Este cambio llega como parte de un proceso de actualización que busca enfrentar de manera más eficiente los desafíos de la seguridad pública en un país cada vez más afectado por delitos complejos, según un comunicado publicado en la página web del Congreso de la República. Las cámaras corporales, que estarán equipadas en los uniformes de los agentes, permitirán grabar en tiempo real tanto audio como video, documentando las intervenciones de la policía durante las operaciones de campo.
El uso de esta tecnología tiene como objetivo ofrecer un registro objetivo y verificable de las acciones policiales, lo que podría tener un impacto significativo en la manera en que se resuelven disputas entre ciudadanos y fuerzas de seguridad. La medida, que se ha adoptado en varios países como parte de la lucha contra abusos policiales, busca garantizar que las autoridades actúen dentro de los márgenes de la ley.
Más de la nueva ley de la PNC
El Decreto 35-2024 no solo establece la dotación de tecnología avanzada, sino que también regula el uso de los registros audiovisuales obtenidos. Estos solo podrán ser utilizados como pruebas en investigaciones judiciales, lo que asegura que los videos y audios no serán utilizados de manera indebida o para otros fines. El Ministerio de Gobernación (Mingob) y la PNC deberán trabajar conjuntamente para implementar los protocolos de almacenamiento y custodia adecuados para los registros.
A pesar de la importancia de este avance, la nueva ley no está exenta de controversia. Aunque se presentan como una herramienta para garantizar la transparencia, algunos sectores cuestionan si este tipo de tecnologías realmente contribuirán a resolver los problemas de abuso de poder y corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
El cambio también se da en el contexto de una policía nacional que, 27 años después de su creación, enfrenta una realidad de criminalidad más sofisticada y un entorno de inseguridad más complejo. Las autoridades han señalado que la PNC debe adaptarse a estos nuevos tiempos, utilizando las herramientas necesarias para hacer frente a la delincuencia, sin perder de vista la necesidad de respetar los derechos humanos.