El parlamento de Corea del Sur aprobó este jueves una moción histórica para someter al presidente Yoon Suk Yeol a juicio político, tras un controvertido decreto de ley marcial que desató una crisis política. La Asamblea Nacional votó con 204 votos a favor y 85 en contra, suspendiendo de inmediato los poderes de Yoon, quien será reemplazado temporalmente por el primer ministro Han Duck-soo mientras el Tribunal Constitucional decide su destino en un plazo de 180 días.
El decreto, emitido el 3 de diciembre, tuvo una duración de apenas seis horas, pero causó conmoción nacional al movilizar tropas hacia el parlamento en un intento de bloquear una votación clave. Aunque los soldados se retiraron sin incidentes, la oposición acusa a Yoon de rebelión y de intentar socavar la Constitución.
Tercer presidente de Corea del Sur que enfrenta Juicio político
Yoon, quien se convierte en el tercer presidente surcoreano en enfrentar un juicio político, rechaza las acusaciones y defiende su acción como un intento de "mantener el orden" frente al principal partido opositor, el Partido Democrático. En un discurso reciente, el mandatario conservador calificó al partido de "fuerzas antiestatales" que buscan desestabilizar el gobierno.
La votación ha provocado reacciones divididas en el país. Mientras cientos de miles de ciudadanos celebraron la destitución frente al parlamento con pancartas y luces de K-pop, los simpatizantes de Yoon manifestaron su decepción en una protesta pacífica en Seúl.
De confirmarse su destitución, Yoon enfrentaría no solo la pérdida de su cargo, sino también un juicio penal por rebelión, un delito que en Corea del Sur puede castigarse con cadena perpetua o incluso la pena de muerte. Además, altos mandos militares y gubernamentales vinculados al decreto ya han sido arrestados, incrementando la tensión política en el país.
Este caso marca un nuevo capítulo en la agitada historia democrática de Corea del Sur, consolidando su tradición de rendición de cuentas incluso en las más altas esferas del poder.