Bad Bunny se presentó ayer, miércoles, en la primera noche de conciertos de su gira mundial "DeBÍ TiRAR MáS FOToS" en Ciudad de México, donde tiene programado ocho conciertos
El show que se llevó a cabo en el Estadio GPN Seguros presentó un pequeño percance cuando Bad Bunny sufrió una caída en la parte alta del escenario de "La Casita".
El cantante perdió el equilibrio y cayó mientras se desplazaba sobre el techo de la casita, segundo escenario del espectáculo.
Por segundos, unos 60,000 asistentes, -que se estima fueron al concierto-, presenciaron el resbalón de Bad Bunny, quien cayó sentado.
Algunos usuarios en las redes sociales comentan que hubo lluvia antes del concierto, por lo que el techo pudo haber estado mojado.
Según videos difundidos en redes sociales, la multitud siguió coreando el tema, mientras Bad Bunny permanecía inmóvil y sentado por varios segundos.
Lejos de detener el show, el artista comenzó a reírse y reaccionó con rapidez al reincorporarse en pocos segundos y reanudar la interpretación desde la otra esquina de la casita.
Prende a los mexicanos
La visita de Bad Bunny a la Ciudad de México no es solo otro concierto en el calendario: es un momento cultural, una validación del impacto global del movimiento urbano-latino y un golpe de autoridad en el escenario mundial.
Con ocho fechas agotadas en el Estadio GNP Seguros, la capital se convierte en el epicentro de un fenómeno capaz de movilizar a fans de 77 países y otras ciudades mexicanas.
El flujo turístico, la ocupación hotelera y el movimiento económico alrededor del artista lo colocan en un nivel reservado para muy pocos. La CDMX se consolida como una de las plazas más importantes del mundo para la música en español.
El paso de Bad Bunny por México llega en un punto clave de su carrera. Tras recuperar el liderazgo de Spotify mundial y consolidar una gira con éxito desbordante, el artista se perfila como el rostro latino más influyente del planeta.
Por eso, no es casual que su nombre suene con fuerza para un evento como el Super Bowl 2026. Este tour, y en especial su parada en CDMX, funciona como una plataforma de validación global: un artista capaz de llenar estadios, mover economías y marcar tendencias culturales.



