Un grupo de trabajadores de uno de los puertos comerciales multipropósito más importantes de Guatemala mantiene una huelga para exigir mejores condiciones laborales, según confirmó la compañía esta semana.
El puerto comercial afectado es el Santo Tomás de Castilla, uno de los dos de gran relevancia situado en la costa atlántica guatemalteca, específicamente en el departamento de Izabal, unos 300 kilómetros al noreste de la Ciudad de Guatemala.
La Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (Empornac) detalló en un comunicado que la paralización comenzó el lunes por la noche por parte de un "reducido grupo de trabajadores operativos" encargados de atender los servicios de los buques comerciales.
Las acciones de los trabajadores en huelga "atentan contra la seguridad de los servicios esenciales de utilidad pública", puntualizó la entidad, de carácter mixto (público y privado).
Según la empresa portuaria, los empleados tomaron esta medida de "represión ilegal" en su contra por el rompimiento el pasado 13 de agosto de un diálogo que buscaba mejorar las condiciones laborales.
Origen de la protesta y ruta legal para resolverla
Sobre la situación que se vive actualmente en el Puerto Santo Tomas de Castilla, José de la Peña, presidente de la junta directiva de la Empornac, dijo que continúan las dificultades para continuar con el servicio.
"El puerto se mantiene en un paro de labores. No se han podido atender buques, no se ha podido. Hasta hoy se está haciendo el intento de atracar un buque. El resto, que es la carga de contenedores, está paralizado", indicó durante una entrevista en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.
El funcionario detalló que la protesta del personal se dio luego que las autoridades suspendieran cierta práctica que se estuvo dando durante meses y que afectaba la situación económica de la compañía.
Según detalló, se detectó que algunos empleados reportaban hasta más de 20 horas de labores diarias, lo que claramente no correspondía a la realidad, por lo que aseguró que prácticamente se les estaba pagando por descansar.
"Esas horas no se ven reflejadas en las operaciones, porque no tenemos gente que está trabajando. Gana por estar descansando. Ojo, no es un descanso reconocido laboralmente, sino es descanso pagado literal como que están trabajando", expresó.
El directivo añadió que el año pasado se pagaron en concepto de horas extras aproximadamente Q18 millones, situación que los deja con números negativos. En ese contexto, añadió que no se trataba de un derecho conquistado, sino "un abuso que llora sangre".
Entre las acciones a tomar, el entrevistado indicó que ya se presentó un amparo y se prepara otro que será planteado en los próximos días. Añadió que buscarán soluciones por la vía legal, ya que dijo, la actual huelga es ilegal. Agregó que buscarán que un juez autorice que puedan despedir a los trabajadores inconformes y dijo que ya cuentan con personal para sustituirlos.
En cuanto a la situación actual en la portuaria, De la Peña detalló que continúa la suspensión de labores, por lo que mantienen los esfuerzos para resolver esta situación.



