Integrantes de la misión de observadores electorales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentaron hoy su informe relacionado con las actividades que ejecutaron durante los comicios del domingo 16 de junio.
Luis Guillermo Solís, expresidente de Costa Rica y jefe de la Misión, lamentó los incidentes registrados el día de las elecciones en varias comunidades del país.
De acuerdo con registros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), las áreas afectadas fueron El Rodeo, Esquipulas Palo Gordo, La Blanca, Malacatán y Pajapita San Marcos; Monjas, Jalapa; Granados, Baja Verapaz, y en menor escala La Cruces, Petén, y en la Costa Sur.
Agregó que otros municipios con problemas fueron Morazán y San Antonio la Paz, El Progreso; San Antonio Ilotenango y Chicamán, Quiché; San José Acatempa y Santa Catarina Mita, Jutiapa; San José Chacayá, Sololá; San Gabriel, San Lorenzo y San José El ídolo, Suchitepéquez, y San Jorge, Zacapa.
Resoluciones de última hora causaron problemas
Solís destaca que uno de los principales factores en la época preelectoral y que influyeron, fue la judicialización de la política, por las resoluciones retrasadas contra algunas candidaturas.
Menciona, sobre todo, los fallos que impidieron participar a la exfiscal general Thelma Aldana y el de Zury Ríos, del partido Valor, las cuales punteaban en las encuestas.
Solís hizo referencia que en el informe queda plasmado el hecho de que el TSE debió reimprimir ocho millones de papeletas al Parlamento Centroamericano (Parlacen), así como más de 200 mil papeletas para el Congreso, por resoluciones de último momento.
Otro factor fue la violencia preelectoral, ya que se registraron cuatro ataques armados contra candidatos, además de las denuncias de amenazas contra candidatos y periodistas, sumado a las amenazas de exmilitares de boicotear el proceso.
La tecnología jugó un factor importante, asegura Solís en la parte del informe de la etapa preelectoral.
Con información de Henry Montenegro