El nacimiento de cada arco iris comienza con millones de pequeñas gotas de lluvia, pues estas sirven como un tipo de reflector de luz. La luz blanca entra en una gota individual y sale como un color específico del espectro. Sin millones de gotas de lluvia, no se produciría un arco iris. Esta es la razón por la que un arco iris aparece después de una tormenta de lluvia.
Cada gota de lluvia tiene una función en la formación del arco iris. La luz solar ingresa a la gota en un ángulo específico y separa la luz blanca en muchos colores diferentes. Este ángulo es una medida fija entre el ojo humano y el sol. El color refractado depende del ángulo crítico, que es el ángulo con el que la luz del sol incide en la parte posterior de la gota de lluvia. La luz roja se dobla menos, saliendo de la gota de lluvia en un ángulo de 42 grados, mientras que la luz violeta es la que más se curva, saliendo de la gota de lluvia en un ángulo de 40 grados. Todos los otros colores del arco iris salen de las gotas de lluvia en un ángulo de entre 40 y 42 grados, por lo que conforman los colores del arco iris ROYGBIV, este orden nunca cambia.
Cada gota de lluvia refleja todos los colores en un momento y tiempo dado, pero solo un color vuelve a nuestro ojo, lo que requiere millones de gotas de lluvia para crear un arco iris.
Un arco iris es formado por un círculo completo, sin embargo, solo la mitad del circulo colorido es visible para nuestro ojo ya que el horizonte únicamente nos permite verlo como arco, lo que hace que el arco iris tenga una formación circular, forma en que caen las gotas de lluvia.
Otros lugares donde se pueden ver arcos iris son: fuentes, en el océano cuando las olas chocan contra rocas, cascadas, rociadores de jardín… Recuerda siempre tener el sol a tus espaldas para ver un arco iris en su máximo esplendor. ¡feliz cacería del arco iris!