Científicamente hablando las líneas de nuestras manos, llamadas pliegues de flexión palmar, ayudan a estirar la piel de la mano y apretar.
Los pliegues palmares se forman en el útero alrededor del tercer mes de gestación. La mayoría de las personas tienen tres pliegues y otras solo uno (conocido antiguamente como pliegue simiesco). Este último caso, presente en 1 de cada 30 personas, pueden mostrar indicios de problemas con el desarrollo y están asociados a trastornos como el síndrome de Down.
Al apretar las manos, proporcionan una vía para que la piel se doble sin agruparse, lo que dificultaría sujetar objetos.
La mayoría de las personas tienen tres líneas que atraviesan la palma de la mano. Sin embargo, algunas veces los pliegues transversales se fusionan para formar uno sólo. El pliegue palmar único, a veces llamado pliegue simiesco?, aparece en aproximadamente una de cada 30 personas (siendo más probable en hombres que en mujeres) y, aunque a menudo es benigno, puede llegar a indicar un desarrollo anormal.
Un pliegue palmar único puede estar asociado con los síndromes de Down, Aarskog, Turner, Cohen y alcoholismo fetal, entre otros. El grosor y número de pliegues en las palmas también dependen de factores como el historial genético y la etnicidad.
Las líneas de las palmas de las manos no están de “adorno”, sino que pueden revelar ciertos aspectos de tu salud fundamentales.