La cuarentena o aislamiento producto de la pandemia ha cambiado la rutina de todos. Una de las principales consecuencias son los problemas digestivos que se han hecho más notorios durante el confinamiento.
Y es que el estómago es uno de los órganos más sensibles de nuestro cuerpo, que puede verse afectado por comer a horas no establecidas, la sobrealimentación, o una dieta basada en alimentos no saludables. Esta falta de balance hace que nuestro sistema digestivo se confunda y genere problemas.
A esto se añade la conexión entre nuestro cerebro y el sistema digestivo, conocido como eje intestino-cerebro, donde las situaciones de estrés y angustia también pueden debilitar el funcionamiento estomacal.
Malestar estomacal
La principal recomendación para evitar los problemas digestivos es mejorar los hábitos de alimentación. Es probable que ahora no sigamos el horario al que estábamos acostumbrados y no respetemos los horarios para el desayuno, almuerzo o cena.
Por eso, es necesario replantearse el tipo de alimentos que se consumen. Asimismo, establecer tres horarios para las comidas fuertes. No hay que olvidar las ligeras refacciones entre las comidas.
Además, la ingesta de alimentos poco saludables debe ser controlada para evitar empeorar los síntomas digestivos.
El sedentarismo también es uno de los problemas que afecta a nuestro sistema digestivo en cuarentena. Sumado a estrés o ansiedad, puede provocar síntomas mencionados anteriormente.
Es por ello que, la actividad física junto a una dieta balanceada, puede mejorar tu calidad de vida de muchas maneras, empezando desde tu salud estomacal.