Por segundo día consecutivo, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le vio visitando su campo de golf en Sterling, Virginia, cerca de Washington, 24 horas después del anuncio de su derrota ante Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos.
El magnate republicano estaba en los greens el sábado, cuando los medios estadounidenses proyectaron que ya no podría alcanzar a Biden.
Ninguna imagen circuló del momento en que se le anunció la derrota.
En un comunicado emitido por su equipo de campaña, visiblemente preparado de antemano, acusó a su rival demócrata de “apresurarse a presentarse falsamente” como ganador.
Trump no reconoce su derrota y dice, sin pruebas que lo respalden, que la elección está marcada por irregularidades.
El domingo por la mañana, seguía sin llamar a su rival para saludarlo por su victoria, como se estila.
En el viaje desde la Casa Blanca a Sterling, Trump pudo ver a varias personas agitando carteles hostiles en su contra mientras pasaba su caravana. Y el día anterior, multitudes alegres habían tomado las calles de las principales ciudades estadounidenses para celebrar su derrota.
Biden, por su parte, acudió a la iglesia el domingo por la mañana en su pueblo de Wilmington, en Delaware.
Transición
Poco se ha filtrado hasta ahora sobre las intenciones de Trump para el largo período de transición que se avecina, hasta la toma de posesión de Biden, previsto para el 20 de enero de 2021.
Visiblemente aislado, apenas un pequeño círculo de allegados apoyó su iniciativa de multiplicar los procesos judiciales para intentar torcer la elección, un camino que promete ser totalmente infructuoso.
Entre los pocos que lo respaldan ciegamente, destacó el senador Lindsey Graham, quien el domingo lo llamó a resistir: “Señor presidente, no ceda; luche duro”, le dijo.
*Con información de AFP