Romper el círculo es uno de los varios títulos de la escritora Colleen Hoover que se han colado en la lista de los más vendidos. Éste ha conseguido, además, una adaptación a la gran pantalla que aterrizó hace unos días en la cartelera.
Su premisa es, en primera instancia, sencilla. La protagonista, Lily Bloom, no ha tenido una vida fácil. Ha crecido viendo los constantes abusos de su padre hacia su madre, una situación que ha hecho mella en su estado de ánimo.
Por eso, su idílica relación con el neocirujano Ryle Kincaid parece ajena a su no tan idílica realidad familiar. Las cosas se complican cuando Atlas Corrigan (Brandon Sklenar), el primer amor de Lily, reaparece en su vida.
La sinopsis oficial insiste en que, con la aparición del tercero en discordia, el personaje de Ryle “comienza a mostrar su verdadera cara”, un manido enunciado que esconde la tóxica relación entre ambos.
La historia real detrás de Romper el círculo
En realidad, Romper el círculo fue la forma en la que Hoover lidió con los abusos que vio en su núcleo familiar. A través de la escritura, la escritora exorcizó los fantasmas de las escenas de las que tuvo que ser testigo cuando era una niña.
El éxito de la novela ha venido, así, acompañado de una polémica en la que crítica y público consideran que Hoover tiende a glorificar el abuso y la violencia en su historia. Su historial personal ha inspirado una de las obras más populares, pero su éxito ha traído consigo críticas que apuntan hacia una romantización de la violencia y los abusos.
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Romper el círculo está catalogada como una novela de romance, pero sus páginas esconden escenas que describen, con mucho detalle, situaciones como una violación, abusos verbales y físicos, además de violencia gráfica.