El candidato republicano, Donald Trump, se proclamó este miércoles 6 de noviembre como ganador de las elecciones en Estados Unidos y volverá a la Casa Blanca, tras una reñida campaña electoral, para convertirse en el presidente número 47 del país.
Trump superó los 270 votos electorales necesarios para proclamarse vencedor frente a su rival, la candidata demócrata y vicepresidenta del Gobierno, Kamala Harris.
Según el sistema de sufragio de EE.UU., el presidente es proclamado por el Colegio Electoral, un órgano integrado por 538 delegados que eligen los estados en función de su población.
El candidato ganador en cada estado, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios con la excepción de Nebraska y Maine y el aspirante que llega a 270 gana las elecciones.
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“Arrasador” triunfo de los republicanos en las elecciones
En el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se hizo un análisis con respecto a los resultados de las votaciones presidenciales en Estados Unidos. Se contó con Roberto Wagner, catedrático universitario y experto en relaciones internacionales, como invitado en cabina.
El profesional señaló que el triunfo de Trump es contundente si se toma en cuenta a dos sectores de la población que tuvieron un cambio esencial. “Es una victoria arrasadora para los republicanos. Y son los votantes masculinos latinos y los votantes masculinos negros. Obviamente, también los masculinos blancos, pero estos dos grupos minoritarios vienen y salen”, dijo.
Según explicó, los latinos subieron en un 18% de lo que fueron sus votos hace cuatro años. Esto refleja que más de la mitad de los hombres latinos votaron a favor de Trump. Señaló que, a pesar de lo que se estaba hablando de una migración con tolerancia cero y deportar a 1 millón de migrantes, estas personas fueron a votar muy conscientes de que su principal preocupación es la economía y, en su opinión, fueron esenciales en definir esta elección a favor de los republicanos.
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Roberto Wagner, catedrático universitario y experto en relaciones internacionales: “Es lo más cercano a lo que nosotros llamamos aquí una ‘aplanadora’; y fue una aplanadora roja (republicana). Hay pequeñas batallas que se pueden ganar de parte de… pic.twitter.com/0xQJF2RJiX
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) November 6, 2024
Al ser consultado con respecto a cómo se veía que, hasta entonces, no se había tenido un discurso de Harris para reconocer su derrota, el entrevistado señaló que es una decisión de partido y se repite el fenómeno de hace ocho años, cuando Hillary Clinton también declinó esperar los resultados y pronunciarse para felicitar a su opositor.
“Yo creo que ese fue el augurio de que las cosas no iban a pintar bien para ellos y así terminó siendo. Pero, nuevamente, es un ejemplo de esa polarización. Venir y tener que tragarse una derrota en la forma en que se dio, porque los llamados estados bisagra, los estados claves, que si lo vemos en el caso de que se les llama ‘los estados donde hay un campo de batalla’, todas esas batallas las perdieron los demócratas”, expresó Wagner.
De igual forma, señaló que esos resultados significaron el “balde de agua fría” que les cayó a los demócratas y de ahí surgió la decisión, en su opinión, bastante fuerte, de no hacer un pronunciamiento admitiendo la pérdida.
Finalmente, el experto consideró que la contundencia de todo es un mensaje para una reorganización del partido, que tiene que reconocer que hubo puntos donde unas facciones más radicales del partido demócrata tienen que ponerse en sintonía con las necesidades de la población y también debe haber un cambio generacional. “Eso me parece urgente en el partido demócrata”, puntualizó.