Desde su primera aparición en 1932, Goofy se ha convertido en uno de los personajes más entrañables y, al mismo tiempo, enigmáticos del universo de Disney. Con sus largas orejas, sonrisa torpe y una risa tan característica, esta caricatura parece desafiar cualquier categoría animal específica.
Aunque en su debut en el corto animado Mickey’s Revue fue llamado Dippy Dawg, nunca se hizo explícito a qué especie pertenecía. A diferencia de Mickey Mouse, Donald Duck o Pluto, cuya identidad animal es inconfundible, la apariencia de Goofy y su comportamiento han dejado abierto un debate que ha durado décadas.
Los fans de Disney llevan años preguntándose: ¿es un perro, un tipo de lobo o incluso una vaca? En el universo animado del ratón Mickey, la confusión es comprensible, especialmente si se considera que Pluto, el perro fiel de Mickey, también forma parte del elenco, pero sin hablar ni caminar en dos patas como Goofy.
Este misterio parecía ser una pregunta sin respuesta definitiva, hasta que Bill Farmer, quien ha sido la voz oficial de este dibujo animado desde 1987, decidió abordar el tema.
“No es un perro”, afirmó Farmer en una entrevista con Yahoo Entertainment, generando sorpresa.
Esta declaración, lejos de cerrar el caso, despertó aún más interés en la verdadera naturaleza de uno de los personajes más antiguos de Disney.
La polémica de Goofy que genera intriga
Sin embargo, Bill Farmer aclaró el malentendido durante su conversación afirmando que, en realidad, Goofy no pertenece a ninguna de estas categorías. “Goofy parece ser parte de la familia canina, en la misma forma en que un lobo no es un perro, aunque pertenece a esa misma familia”, explicó el famoso actor.
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Además, aprovechó para añadir que, el nombre técnico del personaje sería Canis Goofus, una especie ficticia que define a Goofy como único en su tipo.