El presidente Bernardo Arévalo adelantó que el salario mínimo tendrá un aumento para el 2025, aunque no compartió ningún monto específico debido a que indicó que continúa el análisis y las conversaciones con los actores involucrados.
Mientras tanto, la viceministra de Trabajo, Damarys Nohemí Oliva, dijo durante una citación en el Congreso que se recomendó un incremento del 10 por ciento, pero aclaró que corresponde específicamente a una decisión del mandatario.
Durante el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se abordó el tema con los representantes de los sectores empresarial y sindical, con el fin de conocer su visión ante las declaraciones de Arévalo y brindar detalles de los diálogos realizados en este marco.
Guido Ricci, integrante de la Comisión de Salario por parte del sector privado, expresó que ven con preocupación la propuesta de que suba un 10 por ciento ya que, según sus palabras, a todas luces parece excesiva.
El entrevistado detalló que al revelar tal cifra se generó cierta expectativa sobre esa base, lo cual pone mucha presión al presidente, pues todavía se están haciendo los análisis técnicos. En ese sentido, detalló que si finalmente se refleja un porcentaje menor, que en su opinión seguramente será el caso, se pone al gobernante en un aprieto.
A criterio de Ricci, “se adelantaron con una postura muy agresiva”, ya que ese 10 por ciento podría avanzar con el tiempo, en el período de Gobierno, pero no de una sola vez porque no reflejan la situación salarial del país. “En resumen, estamos con preocupación”, enfatizó.
En tanto, Francisco Mendoza, representante de sector de los trabajadores ante la Comisión, mencionó que cada negociación que se hace en este marco es una posibilidad de que haya un ingreso justo y necesario para todas y todos los trabajadores.
En tanto, detalló que cuando se habla de porcentajes siempre se deja margen para ciertas consideraciones. “Hay quienes les parecerá injusto, a otros les parecerá justo o de repente que muy poco ante el costo de vida”, explicó.
Añadió que para los trabajadores es fundamental en términos de satisfacción de las necesidades mínimas que por lo menos en el sector formal se pueda pagar lo justo con respecto a ese costo de la vida. Y al abordar el tema es específicamente de esa premisa que parte el sector que representa.
Propuestas para el salario mínimo
Con respecto a las propuestas planteadas, Ricci señaló que, con base a disposiciones técnicas, el sector empresarial planteó un 3 por ciento de incremento. Esto por considerar que otorgar más que eso es causarles problemas a los empleadores y generar más informalidad al quizá verse obligados a reducir puestos de trabajo.
Sin embargo, mencionó que les parece que lo que debería existir es una política de empleo que incluya una política salarial que sea consecuente con el país. Según sus palabras, el éxito de la gestión no debe ser un incremento al salario mínimo, sino reflejarse en contar con nuevas empresas y nuevos empleos.
“Y en eso está la propuesta, que el crecimiento de los salarios, no específicamente el mínimo, porque este solo es el de ingreso al mercado laboral, pero el objetivo es que todos ganen mejor y mejoren su calidad de vida. Pero como lo hemos estado haciendo por medio de incrementos al salario mínimo, eso no es posible”, expresó.
Por su parte, Mendoza compartió que en la última de las reuniones donde se debía tomar la decisión en la mesa surgió la propuesta del 10 por ciento de la que se ha hablado. Sobre el tema, indicó que nadie puede hacer una propuesta si no tiene estudios técnicos y bases económicas para poder mencionar algo.
“La posición fue el 10 por ciento, de conformidad como están establecidas las circunscripciones municipales. Nosotros lo vimos con buenos ojos. Pero los trabajadores también teníamos una propuesta, a la que no hemos renunciado. Nosotros planteamos desde un inicio un ajuste salarial de Q200 para todos, sin excepción de circunscripciones municipales”, añadió.
Según sus palabras, para ese planteamiento se tenían ciertas condiciones básicas, entre estas, buscar hacer un equilibrio entre el ingreso y el costo de vida, considerando que los trabajadores no solo comen, por lo que no se calcula solo sobre la Canasta Básica Alimentaria, sino sobre la Canasta Básica Ampliada.
“Todo ser humano se debe alimentar, curarse, educarse, transportarse, vestir, calzar y tiene otras circunstancias por atender en su vida diaria. El costo de vida ampliada supera los Q10 mil y ¿quién los gana?”, cuestionó.
Finalmente, manifestó que ya pasó el proceso de negociación y concertación. En una primera instancia a través de las comisiones paritarias, luego la comisión nacional, pero no se lograron alcanzar acuerdos. Entonces, como lo dice la ley, le corresponde al presidente la decisión final.
