El pasado lunes, la Asamblea de la Liga Nacional de Guatemala confirmó el descenso administrativo del Deportivo Zacapa, sellando así el destino de un club que, durante los últimos meses, fue protagonista de escándalos y malas gestiones. La decisión fue tomada tras la ausencia de cualquier representante del equipo en la asamblea, lo que resultó en la eliminación de su participación en el Torneo Clausura 2025 de la Liga Guate Banrural.
Lo ocurrido con Zacapa era previsible. El equipo había descendido deportivamente durante el Torneo Clausura 2024; sin embargo, la directiva intentó mantenerse en la Liga Nacional mediante la compra de la ficha de Juventud Pinulteca. Este movimiento incluyó un cambio de directiva y de nombre, pero lejos de representar un nuevo comienzo, terminó siendo un rotundo fracaso.
#Clausura2025 | La Asamblea General Extraordinaria de la Liga Guate Banrural oficializa el descenso del Deportivo Zacapa. Por consecuencia, cambia el formato de competencia para el Torneo Clausura 2025. pic.twitter.com/5accvupnGF
— Emisoras Unidas Deportes (@EUDeportes) January 6, 2025
Zacapa: Crónica de una muerte anunciada
Durante el torneo pasado, Zacapa disputó 16 partidos y no logró ganar ninguno, estableciéndose como el peor equipo de los últimos años en la Liga Nacional. Las derrotas no fueron su único problema; con cada jornada, las deudas comenzaron a acumularse, y con ellas, también las denuncias.
A mediados del torneo, el equipo fue sancionado por deudas pendientes con jugadores que formaron parte de la anterior directiva. A pesar de los intentos por evadir responsabilidades cambiando el nombre del club, la FIFA falló a favor de los futbolistas, lo que derivó en sanciones continuas y, eventualmente, en la prohibición de fichar nuevos jugadores.
El portal de sanciones de la FIFA expuso claramente la magnitud de los problemas de Zacapa: el club enfrenta ocho denuncias formales, tres de ellas vinculadas a la antigua directiva y cinco a la nueva, que ha permanecido en silencio desde noviembre del año pasado. Esta falta de comunicación y liderazgo sólo agravó la situación.
Con el descenso ya confirmado, la desafiliación del club parece inminente, lo que podría traducirse en la desaparición definitiva del equipo. Este sería el tercer club de Zacapa que desaparece en las últimas dos décadas, resultado de una gestión deficiente y la incapacidad de las directivas para manejar de manera responsable las finanzas y operaciones del equipo.
