Este domingo, el mundo del fútbol será testigo de un emocionante enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barcelona en la final de la Supercopa de España. Jesús Gil Manzano, el árbitro designado para este crucial encuentro, ha compartido sus reflexiones sobre el entorno actual del fútbol y el reto que supone dirigir un partido de tal magnitud.
En declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Gil Manzano lamentó el ambiente "muy crispado" que se vive actualmente en el fútbol, señalando que ni los clubes, ni las instituciones, ni los medios de comunicación han correspondido al esfuerzo de apertura que los árbitros han realizado en los últimos años.
🙋♂️ Gil Manzano, ilusionado antes de dirigir su cuarto clásico, esta vez en la final de la #SuperSupercopa
— RFEF (@rfef) January 12, 2025
🗣️ "El arbitraje son retos, siempre quieres pitar el partido de más responsabilidad".
🗣️ "Los árbitros estamos más unidos que nunca, pese a la crispación del ambiente". pic.twitter.com/vQj9HkG6FJ
Gil Manzano muy sincero
"Los árbitros hemos trabajado para humanizar nuestra figura, para mostrar que detrás del silbato hay personas con esfuerzo, sacrificio y objetivos claros", explicó el colegiado extremeño. Sin embargo, expresó su descontento ante la falta de reciprocidad en este esfuerzo: "No hemos obtenido la respuesta adecuada por parte de los medios, instituciones o clubes".
Pese a las adversidades, Gil Manzano destacó que el clima actual ha fortalecido la unión entre los árbitros. Según sus palabras, "hay una unión de grupo tremenda. Vamos todos a una, respetamos y escuchamos todas las opiniones, pero lo más importante es que cerramos filas y trabajamos en una misma dirección".
Este fortalecimiento colectivo ha sido clave para afrontar los retos del arbitraje, una labor que, en palabras del propio Gil Manzano, implica "dirigir los partidos de más responsabilidad".
La final de este domingo no solo será un Real Madrid-Barcelona, sino también un partido que otorgará un título. Para Gil Manzano, esto supone una "responsabilidad máxima", ya que cada decisión que tome tendrá un impacto directo en el desenlace del encuentro.
El árbitro de 40 años, natural de Don Benito (Badajoz), explicó que él y su equipo han preparado el partido "a muerte", asistiendo en directo a las semifinales para analizar el estilo de juego de ambos equipos y adaptarse al contexto del choque. "Esto nos da un plus y nos permite estar inmersos en el ambiente", añadió.
La de este domingo será la tercera final de la Supercopa que dirigirá Gil Manzano, así como su tercer clásico, con un balance favorable al Real Madrid en los anteriores encuentros. En octubre de 2023, arbitró un Madrid-Barça en el Camp Nou que culminó con victoria blanca por 1-2.
Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de polémicas. Entre los momentos más recordados está la final de la Supercopa de 2021, donde expulsó a Lionel Messi en el único partido en el que el astro argentino recibió tarjeta roja como jugador del Barcelona. Otro episodio ocurrió en marzo de 2024, durante un Valencia-Real Madrid de Liga, cuando finalizó el encuentro antes de que Jude Bellingham concretara un gol que hubiera supuesto la victoria.
Para Gil Manzano, el arbitraje es una profesión que exige asumir grandes retos, y la final de la Supercopa es el escenario perfecto para demostrarlo. "Dirigir una final tiene un peso especial, porque sabes que estás arbitrando un partido que decidirá un título", concluyó.
