Live Nation y AEG Presents organiza el FIREAID, un concierto que busca recaudar fondos para apoyar a las víctimas de los incendios forestales que arrasaron con varias comunidades de Los Ángeles.
La empresa de espectáculos se alió con Irving Azoff, famoso representante de estrellas como The Eagles, Fleetwood Mac o Maroon 5 para organizar el evento.
El estadio Intuit Dome, sede del equipo de la NBA LA Clippers en Los Ángeles acogerá el macro-concierto benéfico destinado a recaudar fondos para la reconstrucción de las comunidades devastadas por los incendios en California.
Bajo el lema "Una noche de música y solidaridad", el evento se realizará el 30 de enero.
La información difundida por Billboard señala que en los próximos días se anunciarán los artistas que estarán presente y develarán los detalles de los boletos.
Las ganancias del concierto se destinarán a una organización sin fines de lucro creada para este evento que se centrará en reconstruir la infraestructura, apoyar a las familias desplazadas y promover tecnologías y estrategias de prevención de incendios para garantizar que el sur de California esté mejor preparado para emergencias de incendios, dice el comunicado.
Afectados de los incendios
El lunes 6 de enero, los habitantes de la lujosa zona costera de Pacific Palisades fueron sorprendidos por el inicio de un incendio forestal que se propagó rápidamente debido a los vientos. Las llamas se esparcieron por otras áreas del condado de Los Ángeles como Santa Mónica, Malibú, Pasadena, Altadena, Eaton, Hurst, Studio City y Runyon Canyon.
Gavin Newsom, gobernador de California, declaró estado de emergencia la noche del martes 7 de enero.
Los incendios obligaron a cientos de habitantes a evacuar sus hogares, mientras que locales comerciales también fueron afectados.
Según Los Ángeles Times, se calcula que alrededor de 350.000 personas debieron huir y más de 9.000 estructuras quedaron devastadas.
Las autoridades estiman que este no ha sido solo el incendio más arrasador que ha afectado California, también supone uno de los desastres naturales más costosos en Estados Unidos, pues los daños alcanzan un valor de 57.000 millones de dólares.
