Polo Ortín, reconocido actor mexicano, es recordado por su amplia trayectoria en cine, teatro y televisión. Él se destacó especialmente por su papel de Don Roque Balboa en la famosa serie "Vecinos".
Sin embargo, más allá de su carrera artística, Ortín vivió una experiencia límite que marcó su vida. El 31 de diciembre, en una fecha en la que los hospitales suelen operar con personal reducido, Ortín sufrió un infarto que lo dejó clínicamente muerto durante aproximadamente 15 a 20 minutos.
En una entrevista de 2014, el actor relató que, durante ese periodo, su cerebro no recibió oxígeno, y los médicos consultaron a su familia sobre la posibilidad de reanimarlo. Su hijo tomó la decisión de que se hiciera todo lo posible por salvarlo, lo que llevó a los especialistas a colocarle un marcapasos para estabilizar su corazón.
Contrario a las experiencias cercanas a la muerte que muchas personas describen, como la visión de un túnel de luz o encuentros místicos, Polo Ortín mencionó que no experimentó nada de eso. Según sus palabras, solo sintió una profunda tranquilidad y paz en completa oscuridad, hasta que despertó y se dio cuenta de que seguía con vida.
Más de la vida de Polo Ortín
A pesar de este episodio crítico, Polo Ortín continuó con su carrera actoral y mantuvo una vida activa. Sin embargo, el 16 de agosto de 2016, a los 88 años, falleció a causa de un infarto al miocardio en su residencia en Ciudad de México.
Su deceso fue atribuido a complicaciones derivadas de una bronquitis que había padecido previamente.
La partida de Polo Ortín dejó un vacío en el mundo del espectáculo mexicano, pero su legado perdura en las múltiples producciones en las que participó y en el cariño del público que lo siguió durante décadas. Su historia de resiliencia y su contribución al arte escénico lo consolidan como una figura inolvidable en la cultura mexicana.