Cuando realizaba su visita anual a inmigración para estar en orden con la ley de Estados Unidos (EE.UU.), el pastor guatemalteco Maurilio Ambrocio fue capturado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), para posteriormente ser deportado a su país. Medios estadounidenses narraron el drama familiar de este nuevo capítulo de acciones contra la inmigración latina, destacando que su hija mayor en ese país, Ashley estaba con él al momento de ser detenido.
No tengo récord criminal, deberían considerar mi caso; me siento muy triste", afirmó Ambrosio durante una llamada a su familia.
Ashley, de 19 años, narró a medios de ese país que la detención, retención y posterior deportación de su papá le causó daños emocionales que le impidieron dormir y comer durante varios días. Asimismo, comentó que el daño afectó a toda la familia, incluyendo a su madre, quien perdió a su compañero de vida, en un procedimiento que durante 10 años no le había causado ningún inconveniente.
Según los relatos, Maurilio Ambrocio vivía en EE.UU. desde 1999 y estaba a cargo de una iglesia cercana a una comunidad rural en Tampa, Florida; además, el ministro de culto tenía un emprendimiento de remodelación de casas, por el cual podía sustentar a su esposa y cuatro hijos en aquel país.
Según los registros, Ambrocio fue detenido el pasado 18 de abril de 2025 en la sede de inmigración a la que asistió y tras dos meses detenidos, fue enviado a Guatemala en un vuelo charter, junto a unos 100 inmigrantes más. Sin embargo, el caso del pastor causó revuelo en la comunidad local, por tratarse del líder principal de la citada Iglesia Evangélica.
Ambrocio llegó al país en la primera semana de julio de 2025 para reunirse con sus familiares en Guatemala. Según la familia, cada año asistía a los servicios de inmigración porque tenía una orden de deportación, pero también gozaba de un proceso que le permitía estar en ese país por medio de una suspensión de deportación.
Defienden al pastor Maurilio Ambrocio
Residentes del área rural de rural de Tampa, Florida, criticaron las políticas migratorias del presidente de EE.UU. Donald Trump. Dos vecinas del pastor, entrevistadas por el noticiero Telemundo, dijeron estar de acuerdo con la deportación de pandilleros y criminales. Sin embargo, expresaron que no se puede tolerar estas acciones contra personas como Ambrocio, que durante 20 años no ha hecho nada malo y solo se ha dedicado a hacer cosas buenas para su comunidad.
Durante su retención, el pastor Maurilio Ambrocio narró los momentos que vivió en el centro de detención, afirmando que el trato hacia los inmigrantes es inhumano, porque les sirven comida mala y los tratan con insultos.
Mientras tanto, la esposa del líder religioso contó a los medios internacionales que aún realiza oraciones para que su esposo vuelva legalmente al país. También narró que ha tenido visiones en las que ve al pastor guatemalteco volver a su iglesia para seguir sirviendo a su feligresía.
Nosotros confiamos en Dios, porque el tiene el plan perfecto y pedimos sus oraciones por mi papá, para que él tenga fe y fuerza", Ashley Ambrocio.
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