El Tribunal de Sentencia Penal de Delitos de Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer del departamento de Retalhuleu resolvió este jueves 23 de octubre dictar una sentencia condenatoria de 59 años y nueve meses de prisión contra Franklin Gustavo Aceituno, implicado en el crimen contra una menor de 12 años.
La víctima, Jimena Jerónimo, desapareció en abril pasado y posteriormente fue localizada sin vida en un camino de terracería dentro de un residencial de esa localidad. Su cuerpo presentaba evidentes señales de haber sido agredida física y sexualmente, incluso se determinó que fueron los golpes los que le provocaron la muerte.
El caso ha estado bajo investigación a cargo de la Fiscalía contra el Delito de Femicidio, que presentó los indicios correspondientes para que inicialmente Aceituno fuera ligado a proceso por el delito de femicidio y hoy se concretara una sentencia condenatoria en su contra.
El acusado, que hoy fue encontrado culpable de los hechos violentos cometidos contra la menor, era su primo. También ha surgido información de que no actuó solo, pero hasta ahora se desconocen detalles de quién sería el otro agresor.
Señala a su tía: "Ella vendía a su hija"
Tras conocer la pena que se le impuso, Aceituno se mostró sonriente y dijo ante los periodistas que lo esperaban a las afueras del tribunal que estaría "mejor adentro que afuera", refiriéndose a su traslado a la prisión.
Asimismo, dijo que actuó solo al cometer el crimen y que no sentía ningún remordimiento pues, según sus palabras, "ni a la mamá" le dolió la pérdida de la vida de la pequeña Jimena.
"Mejor que investiguen bien a la mamá y ya después me juzgan a mí. Pregúntenle a la mamá todos los actos que ella ha hecho y después me juzgan", dijo.
"Gracias a mi tía pasó esto. Gracias a los dos papás pasó esto. Que quede en la conciencia de ellos. La propia mamá vendía a su hija por 200 quetzales, yo tengo testigos de eso", dijo al ahora sentenciado.
"Mi tía es la que vende a su hija por 200 miserables quetzales para ingerir licor, ingerir cocaína y fumar piedra. Que le hagan una prueba a ella de eso, a ver si no le sale", agregó.
En cuanto al hecho de que durante la investigación se determinó que, antes del crimen, su prima fue vista viajando en motocicleta con él, se limitó a indicar que ella se dirigía supuestamente a verse con su novio, pero que "no sabe más". De la presunta pareja, solo indicó que "era un residente del sector".
Agradecen condena, pero piden continuar averiguaciones
Tras conocer la sentencia, el padre de la víctima indicó que se hizo justicia en memoria de su hija. Pero destacó que las investigaciones deben continuar para identificar al otro implicado en el crimen y llevarlo ante la justicia.
"Se sabe que no fue solo él (Franklin). Hay un individuo afuera que puede hacer lo mismo en cualquier momento. Pero, les damos gracias al juez y a los investigadores. Ellos trabajaron rápido", expuso.
En cuanto al impacto que este crimen ha tenido en su familia, dijo que la rutina que mantenían cuando Jimena todavía estaba presente cambió por completo, pues ahora siempre les hace falta su pequeña. Según sus palabras, al querer hacer un paseo o simplemente cenar, la ausencia es más marcada.
"Ella siempre fue una persona muy compartida", aseguró el padre al recordar cómo su hija que, a veces, salía a vender papayas de una siembra que tienen en su hogar, ahorraba dinero y compraba gaseosas para toda la familia o cualquier otro obsequio para agradarlos.
Por su parte, la madre de Jimena coincidió en que los jueces, abogados e investigadores hicieron un buen trabajo; sin embargo, insistió en que todavía no puede estar en paz, "porque hay otro asesino suelto que tiene que pagar todavía".
"Le digo a la población que cuide a sus niños. Hoy fue la mía, mañana puede ser la de ellos, por el asesino que está suelto todavía. (Pido) que, si alguien sabe algo, que denuncie", expresó.
Asimismo, enfatizó: "Esto no ha terminado. Hasta que la otra persona esté presa, mi hija podrá descansar en paz".
* Con información de Emisoras Unidas Costa Sur.



