La tradicional "quema del diablo", que se realiza cada 7 de diciembre en Guatemala, despierta la preocupación de las autoridades por sus impactos en la salud y el medio ambiente. Esta costumbre, que busca eliminar objetos en desuso, unifica a muchas familias, pero también representa un reto para la sostenibilidad y el bienestar de todos.
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha impulsado anualmente en esta temporada la "Campaña de responsabilidad ambiental por la quema del diablo" para advertir sobre las consecuencias de quemar basura, plásticos, dispositivos electrónicos y químicos que, al arder, liberan sustancias tóxicas peligrosas como las dioxinas y los furanos. Estos compuestos afectan la calidad del aire y el suelo, contribuyen al efecto invernadero y aceleran el cambio climático.
Celebración tradicional con alto costo ambiental
Durante la quema, muchas personas aprovechan para deshacerse de objetos viejos y descompuestos, pero la mayoría contienen materiales altamente tóxicos. La quema irresponsable no solo deteriora el entorno, sino que agrava problemas respiratorios y puede provocar ardor en los ojos y agudizar los problemas respiratorios.
La manipulación inadecuada de fuegos artificiales también representa un riesgo, ya que puede provocar graves lesiones físicas, quemaduras, problemas auditivos, daños oculares irreversibles e incluso discapacidad en casos extremos.
El impacto de los fuegos artificiales y otros residuos
Los fuegos artificiales, al ser encendidos en grandes cantidades, liberan metales pesados y monóxido de carbono en la atmósfera. Este fenómeno, sumado a las emisiones de vehículos y la quema de basura, produce una capa de neblina que es, en realidad, contaminación ambiental.
El Ministerio de Ambiente señala que la exposición frecuente a estos contaminantes puede generar efectos nocivos inmediatos en la salud, sobre todo para quienes ya padecen afecciones respiratorias.
Un llamado a la responsabilidad ambiental
El MARN insta a todos los guatemaltecos a actuar con responsabilidad y a proteger el medio ambiente. Para ello, recomienda evitar la quema de ciertos artículos. Si se opta por quemar piñatas, se sugiere utilizar modelos pequeños para minimizar el impacto.
Sin embargo, hay una lista de materiales cuya combustión debe evitarse por completo debido a su alta toxicidad:
- Aerosoles
- Pinturas
- Neumáticos
- Duroport
- Solventes
- Mantas vinílicas
- Aceites
- Baterías
- Colchones
- Plásticos
- Basura común



