Después de una jornada agitada, un contingente de la Policía Nacional Civil (PNC) logró sacar a los diputados que se encontraban en el hemiciclo del Congreso de la República.
Centenares de manifestantes impedían su salida y exigían la renuncia de los legisladores. La PNC hizo uso de la fuerza y lanzó gas lacrimógeno contra los ciudadanos que se encontraban en el lugar.