El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, concluyó ayer su visita a Guatemala, estuvo en el país desde el viernes y se reunió con altos funcionarios del Gobierno, representantes civiles y dirigentes indígenas para conocer su posición respecto de la situación que se vive.
Presentó su declaración final que, en esencia, señala…
Para el Alto Comisionado “hay dos realidades en Guatemala”.
- Para una pequeña minoría, Guatemala es un país moderno y funcional donde se concentra el poder económico y político;
- para el resto de la población, en particular para las mujeres, los pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes y personas con discapacidad, es un país donde han enfrentado toda una vida de discriminación, marginación y los efectos perniciosos de la corrupción y la impunidad.
Conmovido con lo ocurrido en el Hogar…
- el Gobierno ha tenido apertura para colaborar con todos los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.
- me conmovió haber conocido a la madre de una de las víctimas del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ocurrido en marzo.
- El aparente abandono de las víctimas del Hogar Seguro y sus familias por parte del Estado y la falta de apoyo psicológico, económico y legal para ellas son profundamente preocupantes.
Las estadísticas reflejan esta dura realidad:
- alrededor del 60 por ciento de la población guatemalteca vive en la pobreza absoluta, el 23 por ciento en la pobreza extrema;
- el 46.5 por ciento de las niñas y niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, afectando no solo su salud física sino también sus oportunidades de vida;
- más del 20 por ciento de la población no sabe leer ni escribir, y entre las mujeres indígenas esta cifra asciende al 43 por ciento .
- El Estado solo asigna el 3.15 por ciento de su PIB al sector de la salud, en un país donde las enfermedades crónicas van en aumento, incluidas las infecciones por VIH, que han incrementado un 167 por ciento desde 2010.