De manera coloquial y seductora, el autor Guillermo Paz Cárcamo cuenta en su libro “Insurrectos”, presentado en el Centro Cultural de España de Guatemala, el inicio del conflicto armado y su desarrollo durante “uno de los episodios oscuros” de la historia reciente del país centroamericano.
La narrativa pura de Paz Cárcamo le salió de adentro “al tratar de explicarle a las nuevas generaciones qué fue lo que pasó en Guatemala desde el punto de vista de donde estuve ubicado”, dijo el autor.
Exguerrillero y autor de otros siete libros publicados por la edición Cholsamaj, Paz Cárcamo cuestionó que se haya hecho énfasis en “la importancia de los años 80 durante el conflicto”, cuando “fue en los 60 que se tendió la base” de una historia que “se repetiría más adelante, con los mismos protagonistas”.
Durante la guerra, nacida en el seno de una disidencia militar que creó las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) y, más tarde, otros tres grupos guerrilleros (Ejército Guerrillero de los Pobres, Organización del Pueblo en Armas y Partido Guatemalteco del Trabajo), perdieron la vida 250 mil personas y 45 mil desaparecieron, en su mayoría por acciones del Ejército.
“Los jóvenes estamos pensando qué hacer, cómo cambiar el país y leyendo este libro me percato que pasan 30 y 40 años y son las mismas personas que están en el poder, con los mismos objetivos, de volvernos invisibles”, dijo la historiadora y columnista maya k’aqchikel, Sandra Xinico Batz.
El texto cuenta la historia en tercera persona de “el Patojo Cárcamo” -el autor- como personaje central en los acontecimientos que dieron pie a la lucha armada y vivieron su primera derrota cuando finalizó la década de 1960.
“Estamos frente a una izquierda del ‘todo o nada’ y eso le podemos aprender a Insurrectos: podemos hacer luchas sin que sea necesariamente todo o nada y buscar los acuerdos para lograr los verdaderos cambios”, mencionó la investigadora Megan Thomas.
Este “cuadro de pintura del período histórico reciente”, como lo calificó Thomas, es un “género de la literatura testimonial” que reúne las luchas tradicionales de manera humana” y con la esencia de la “valentía” y el “amor” en sus páginas, mencionó el director del suplemento cultural del diario local La Hora, Eduardo Blandón.
Recuperar los objetivos claros de la movilización ciudadana es una necesidad que Insurrectos vuelve vigente ante la coyuntura del desgobierno, concluyó Xinico.