Las víctimas de masacre ocurrida en la finca Xamán, de Alta Verapaz, en 1995, pidieron justicia y narraron la matanza perpetrada por miembros de las Fuerzas Armadas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), en San José, Costa Rica.
“Dijeron fuego y empezaron a disparar, yo pensé que eran al aire pero luego voy viendo que caían las personas, personas sangrando y vi a mi mamá tirada quejándose, yo fui donde ella y le habían dado dos balazos en el pecho y me dijo: mijo cuidate, y empezó a despedirse porque iba a morirse”, narró a los jueces la víctima Tomás Grave Morente.
Grave mostró al Tribunal internacional la herida de una bala que dio en su brazo izquierdo y pidió “justicia” para todos los de su comunidad, que son unos “humildes campesinos, que trabajan la tierra y son personas honorables, pobres y analfabetos”.
Fue el Ejército, dicen
Según la denuncia interpuesta ante la CorteIDH, la masacre fue perpetrada por miembros de las Fuerzas Armadas de Guatemala el 5 de octubre de 1995, en contra de once personas, incluyendo tres niños, que formaban parte de la población indígena q’eqchi’, mam, q’anojb’al, ixil y k’iche.
Estas personas ocupaban la finca Xaman, en Alta Verapaz, tras haber estado refugiadas en México como consecuencia de las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno, indica la demanda.
Además de las once víctimas mortales en el sitio, otras 29 personas resultaron heridas, de las cuales tres fallecieron posteriormente debido a las heridas causadas.