La ciudad colonial de Antigua, al centro de Guatemala, será la sede de la VII Convención Mundial de La Arqueología Maya que se realizará este viernes 15 de febrero con el fin de que un grupo de expertos analicen los alcances de la civilización maya a través de la tecnología digital.
El fundador de las convenciones arqueológicas mayas, Rosendo Morales, explicó que este evento de talla internacional vuelve después de seis años de ausencia con la intención de profundizar en los alcances de la tecnología LiDAR (Ligth Detection And Ranging o Detección por Luz y Distancia), que presentó la revista National Geographic el año pasado.
Esta séptima edición, comentó, contará con siete expositores y la participación de cuatro universidades internacionales y tres nacionales durante un evento que durará 10 horas con conferencias de 55 minutos cada una.
La calzada Sakbe y la Gran Muralla
En estas se dará a conocer “una comparación del tamaño de la calzada Sakbe, en el Mirador, en Petén, con la Gran Muralla china, en cuestiones de dimensión, grosor y ancho”, además de la arqueología del sitio La Danta, “la más grande del mundo maya en cuanto a volumen”, detalló Morales.
El organizador de la VII Convención Mundial de La Arqueología Maya recordó que la tecnología LiDAR permite “avanzar más rápido en los estudios”, ahorrando “unos 500 años para entender a la civilización maya”.
Uno de estos grandes descubrimientos son las “granjas agrícolas para engordar perros para su dieta, así como pavos y animales”, que con el radar fue posible observar “la gran superficie de sus estructuras”.
Morales aseguró que el país centroamericano cuenta “con la mayor cantidad de ciudades arqueológicas del mundo, con miles de estructuras, lo cual no lo vemos en Egipto ni en China a esta escala”.
Radares revelan caminos
Los radares que penetraban en la selva del Petén y perfilaban el terreno que habían erigido los Mayas durante las épocas preclásica (1.000 a.C – 3.000 a.C) y clásica (300-900 d.C) revelaron caminos que conectaban a varias ciudades entre sí, “lo que habla del poderío de su comercio y el auge que tuvieron como civilización”.
Los mayas, asintió, “fueron unos grandes constructores con el tipo de calzadas, que medían entre 7 y 15 kilómetros, con una profundidad de 35 metros de relleno”.
La convención es “fundamental”, dijo, para “que la gente se pueda dar cuenta de los errores de los mayas para no volver a cometerlos y así poder aprovechar su grandeza”.
Más de 60 mil estructuras individuales fueron identificadas, entre las que hay viviendas, grandes palacios de la realeza y pirámides, además de cuatro grandes centros ceremoniales, lo que evidenciaría que el sitio arqueológico de Tikal fue una ciudad más grande de lo que se pensaba.
En todo este proceso analizado por el equipo de arqueólogos, de instituciones guatemaltecas, estadounidenses y europeas que vigilan un total de 2.100 kilómetros cuadrados en la Reserva de la Biosfera Maya, se demuestra además que los conflictos tuvieron un factor determinante en la evolución de la antigua cultura maya.