Guatemala está enfrascada en un atípico proceso electoral, uno de los más insólitos desde que se instauró la democracia en 1985. A menos de un mes de que más de 8 millones de personas acudan a las urnas, la incertidumbre y el desasosiego acorralan unas elecciones decisivas para el país.
Desde que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que el 16 de junio se celebrá la fiesta cívica, los guatemaltecos se preguntan “¿a quién voto?”, mientras el sistema político se muestra débil y una serie de factores marcan el devenir del proceso.
Estas son las claves principales.
¿JUDICIALIZACIÓN DE LA POLÍTICA?
Nunca antes en la historia electoral de Guatemala las Cortes habían jugado un papel tan importante como lo están haciendo ahora. Han sido las encargadas de prohibir la participación de la exfiscal general Thelma Aldana por no tener finiquito; la de Zury Ríos, por ser hija del exjefe de Estado de facto José Efraín Ríos Montt, y la de Mauricio Radford, por tener un proceso judicial pendiente.
EN PROBLEMAS Y CON DUDAS
En la incertidumbre hay más candidaturas, como la de Edwin Escobar, aspirante a la presidencia por Prosperidad Ciudadana, por carecer del finiquito, y la de Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), contra quien hay pendiente una solicitud de antejuicio por una supuesta financiación electoral ilícita en la campaña de 2015.
Pero no son los únicos. Roberto Arzú, hijo del expresidente y exalcalde de la capital Álvaro Arzú, tiene un proceso civil en Miami (E.UU.) por una deuda de más de 5 millones de dólares a J.J. Rendón.
DEPURACIÓN OBLIGADA
Esas decisiones judiciales han depurado una lista que era de las más largas de la historia. Al menos 24 personas buscaban el Gobierno pero ahora la lista se acorta. Con las candidaturas anuladas las opciones se han reducido. Y a esa depuración hay que sumar la de Mario Estrada, cuya credencial fue revocada después de que fuera detenido en Estados Unidos por supuestos vínculos con el narcotráfico.
VOTOS HUÉRFANOS
Después de la anulación de varias candidaturas, las dudas cercan al voto huérfano: el que han dejado desamparado Thelma Aldana y Zury Ríos al caerse de la lista y quienes encabezan las principales encuestas en segundo y tercer lugar, después de Torres. Ahora queda por ver cuáles aspirantes saben recoger ese voto.
MENOS DERECHOS, MENOS PROGRAMAS
La situación política y judicial ha monopolizado las charlas entre amigos y los debates. Poco se sabe de los programas y de las ideas que implantarán los aspirantes de llegar al poder y lo poco que se ha dado a conocer, según el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, Jordán Rodas, va en contra de los defensores y de los derechos humanos de los ciudadanos.
La promoción de la familia tradicional, la aplicación de la pena de muerte, la negación del genocidio en el conflicto armado interno y por ende de las víctimas, o la oposición a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) han sido los mensajes más repetidos.
¿ELECCIONES LIBRES?
El presidente Jimmy Morales ha pedido en varias ocasiones que se celebren unas elecciones libres, sin injerencia; sembrando la duda de si no lo están siendo y cuestionando el papel del Tribunal Supremo Electoral (TSE) o de las cortes.
“Que las elecciones no se conviertan en una tragedia” fue uno de los últimos deseos que transmitió a los medios. Días después, un grupo de militares retirados empezó a amenazar con boicotear los comicios si no les pagan una indemnización por su “trabajo” durante la guerra. Muchos se preguntan: ¿Quién no deja que se celebren unas elecciones libres?
Con información de Patricia Pernas
/Agencia Acan-EFE