De día obrero de la construcción y por las noches una celebridad. Así más o menos es la vida de Nathan Meads, un británico de Oxford, que se ha vuelto toda una sensación por su gran parecido con Brad Pitt.
El británico de 33 años asegura que en la calle lo paran para pedirle fotos y autógrafos. Pero no solo eso, ya que ha aprovechado el parecido para contrataciones, eventos, programas de televisión y sesiones de fotos.
«No puedo ir a ningún lado. No puedo ni entrar en las tiendas, veo a los dependientes detrás del mostrador empujándose unos a otros porque piensan que soy Brad Pitt», contó.
Para conseguir el parecido, Nathan se ha dejado crecer un poco la barba, aunque dice que solo eso, todo lo demás es solo genética. Aun así, él mismo no ve el parecido que tiene con la estrella, aunque todo el mundo se lo diga.