Ya ha superado el problema de las drogas y un divorcio, este 18 de agosto Frances Bean Cobain llegó a los 27 años de edad, la misma que tenía su padre, el líder de la banda Nirvana, Kurt Cobain, cuando tomó la decisión de suicidarse.
El matrimonio entre Kurt y Curtney Love que empezó el 24 de febrero de 1992 estuvo plagado de escándalos debido a la adicción de Love quien confesó que sin saber que estaba embarazada consumió heroína.
Seis meses después de que la pareja se casara nació Frances, se trata de la única descendencia de un artista que forma parte del “Club de los 27”, quienes por diversas causas fallecieron a esa edad sin dejar hijos.
Herencia
Ser hija de uno de los íconos del rock no ha sido cosa fácil para Frances, quien ya sufrió un divorcio, cuyo esposo Isaiah Silva, cantante y guitarrista del grupo de Los Ángeles, The Eeries, de regalo de bodas le dio la épica guitarra de su padre valorada en 1 millón de dólares.
Al momento de la separación ella no pudo recuperar una de las joyas musicales, pues dicha guitarra debería estar en algún museo dedicado a las legendarias estrellas del rock.
Relación con su madre
No ha sido fácil para Cobain, pues su niñez se vio afectada al momento de que las autoridades decidieron que fuera a vivir a la casa de su abuela, la mamá de Kurt, debido a la mala relación que tenía con su madre, Curtney.
Ella tenía un año y siete meses cuando vio por última vez a su padre, el 1 de abril de 1994. Él se encontraba en un centro de rehabilitación producto de su adicción.
Sin embargo, tomó la decisión de salir del centro asistencial. Fue localizado muerto el 8 de abril de 1994. Tenía una herida provocada con una escopeta.
Carta
Antes de quitarse la vida, Kurt Cobain dejó una carta de despedida y en parte de esta se refirió a su esposa e hija:
“¡Dios mio! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a como había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general… Sólo porque a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente.
Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente.
Paz, amor y comprensión.
Kurt Cobain
Frances y Courtney, estaré en vuestro altar.
Por favor Courtney, sigue adelante, por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!”.