La reanudación económica y desconfinamiento de Italia se realizará gradualmente en cuatro etapas, explican varios medios locales.
La primera etapa podría comenzar el lunes 27 de abril.
El gobierno se prepara para anunciar oficialmente el plan, por lo que está aún conversando con las partes las nuevas reglas para el comercio, la industria y el transporte.
Curva de contagio
“Cuatro lunes marcarán la reapertura” de Italia, primer país de Europa que adoptó el 9 de marzo drásticas medidas de contención para frenar la epidemia de COVID-19, virus que ha causado la muerte hasta ahora de 25.500 personas en toda la península.
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“De todos modos todo dependerá de la curva de contagio”, explica el influyente diario Il Corriere della Sera.
El gobierno convocó a un grupo de expertos en todos los sectores para elaborar un programa para el desconfinamiento que tenga en cuenta todos los detalles y cruce de todos los datos.
“Un programa serio y científico. No podemos permitirnos dejar de lado ningún detalle”, adelantó esta semana el primer ministro Giuseppe Conte.
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“Las fábricas del sector agrícola y la industria forestal van a volver a abrir el 27 de abril”, asegura el diario.
Paso a paso
El programa prevé que el lunes 4 de mayo se reactive el sector de la construcción y de la industria textil y de la moda.
El siguiente lunes, 11 de mayo, podrán abrir las tiendas de ropa y calzado, entre otros.
El cuarto lunes, el 18 de mayo, se permitirá abrir a bares, restaurantes y peluquerías, según la misma fuente.
La precaución será máxima ya que en los restaurantes y los bares son considerados una fuente de contagio mayor, por lo que deberán respetar las medidas de distanciamiento social así como de higiene.
Todo parece indicar que esas restricciones serán aplicadas también a los centros comerciales.
En las tiendas con un área de 40 metros cuadrados o menos, los clientes tendrán que entrar uno por uno.
En los bares y restaurantes la distancia mínima será de un metro entre los clientes y se favorecerá el uso de espacios abiertos para evitar el aire acondicionado, una posible vía de transmisión del virus a través de los flujos de aire que genera.
