Casi 500 trabajadores fueron puestos en cuarentena en una granja del estado regional de Baviera, en el sureste de Alemania, para intentar contener un brote masivo de coronavirus (COVID-19), informaron este domingo funcionarios.
En conferencia de prensa, Werner Bumeder, funcionario administrador del distrito de Dingolfing-Landau, indicó que desde el viernes un total de 174 trabajadores temporales han dado positivo por coronavirus.
Los 480 empleados están confinados en el lugar, y quienes dieron negativo a los tests se encuentran alojados en viviendas separadas de los contagiados.
La mayoría de los trabajadores provisionales provienen de Bulgaria, Hungría, Rumania y Ucrania, y habían estado laborando cosechando pepinos en la granja, ubicada en el municipio de Mamming.
Bumeder hizo hincapié en que el brote parece estar limitado a “un grupo cerrado de personas” y que aún no se ha extendido hacia la población en general.
Pruebas gratuitas de COVID-19
A mitad de semana, autoridades alemanas anunciaron el viernes que propondrán pruebas gratuitas de COVID-19 a los viajeros que regresen al país, e instalarán centros de test obligatorios para los que regresen de zonas de riesgo.
Las personas que regresan de países, considerados “de riesgo“, 130 según las autoridades, deben aislarse 14 días o hasta obtener un resultado negativo de contaminación, explicó Dilek Kalayci, la ministra de Salud de Berlín.
Los países mediterráneos son los que son objeto de mayor vigilancia por parte de las autoridades.
Por el momento, los tests de detección no son obligatorios para todos los viajeros.
Los que vuelvan a Alemania desde otros países considerados “seguros” podrán pasar pruebas gratuitamente en un centro de control fuera de los aeropuertos.
Alemania es una de las naciones que ha gestionado mejor la pandemia del nuevo coronavirus, pero sus responsables temen que se produzca una segunda oleada de contagios importada por personas que regresan al país.
*Con información de AFP