La fiscalía de Panamá anunció este domingo que la policía de ese país detuvo a tres presuntos miembros de una secta sospechosa de secuestrar a seis personas, entre ellas varios niños.
Los arrestos se produjeron en la comunidad de Llano Amador, en la comarca indígena Ngäbe Buglé, del distrito de Ñurum, a unos 350 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá.
En sus redes sociales, la fiscalía indicó que las tres personas detenidas “están presuntamente vinculadas al delito de privación de libertad de seis personas, entre ellos menores de edad”.
Aprehenden a tres personas y recuperan a tres víctimas en la comarca Ngäbe Buglé https://t.co/LvYCc7nsFt pic.twitter.com/mpSQnLKJlx
— Procuraduría General de la Nación (@PGN_PANAMA) August 16, 2020
“Próximamente serán llevados ante Juez para imputación de cargos“, agregó el Ministerio Público de Panamá.
Por su parte, el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) publicó en Twitter una foto donde se ve a policías de esta institución con dos de los detenidos, esposados y con la cara tapada tras bajar de un helicóptero.
“Nuestra rápida acción con nuestros medios aéreos, personal de las Fuerzas Especiales y autoridades competentes, se logra la aprehensión de los presuntos ciudadanos involucrados en el secuestro de menores de edad“, escribió la Senan.
Nuestra rápida acción con nuestros medios aéreos, personal de las Fuerzas Especiales y autoridades competentes, se logra la aprehensión de los presuntos ciudadanos involucrados en el secuestro de menores de edad en el sector de Llano Amador.@MinSegPma @PGN_PANAMA pic.twitter.com/LHOvg7KEeE
— Senan Panamá (@SENANPanama) August 16, 2020
Secta religiosa
En la víspera, el ministro de Seguridad, Juan Pino, había informado que la policía había rescatado, en el poblado de Guayabal, zona de difícil acceso en la Comarca Ngäbe Buglé, a “tres niños” que habían sido secuestrados.
El funcionario indicó que los menores están en “perfecto estado“, y vinculó los hechos con “una posible secta religiosa“.
Según las autoridades, entre los secuestrados había también un menor de dos meses, que había sido separado de su madre biológica.
En enero, una secta religiosa mató a siete personas, seis niños y una mujer embarazada, durante un ritual celebrado en el poblado de Altos del Terrón, también en la comunidad indígena Ngäbe Buglé.
Los cuerpos fueron hallados amarrados y en avanzado estado de descomposición, en una fosa común en un cementerio, ubicado a una hora del lugar.
*Con información de AFP