El papa Francisco apareció con mascarilla en público por primera vez este miércoles, minutos antes de iniciar su audiencia general en el Vaticano.
El pontífice arribó al lugar, un patio cerrado del palacio apostólico, a bordo de un vehículo, y antes de descender se quitó rápidamente el barbijo para luego ir a saludar a los fieles.
El Papa, adepto de los contactos directos, se abstuvo, eso sí, de estrechar manos y dar besos, muestras de cariño que solía tener con los fieles que se congregaban en la inmensa plaza de San Pedro antes de la pandemia de coronavirus (Covid-19).
No obstante, saludó con jovialidad de los fieles, aglutinados a lo largo de una barrera desafiando los protocolos de seguridad.
Antes de comenzar su catequesis, y después de darle la mano a los prelados que participaban en la audiencia, Francisco recomendó a la multitud volver “cada uno a su silla” para “evitar los contagios”.
Tras más de seis meses celebrándolas en su biblioteca privada, desde donde eran retransmitidas en directo, el papa Francisco reanudó recientemente las tradicionales audiencias de los miércoles con la asistencia de público, aunque con un aforo limitado a 500 personas.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria mundial, el pontífice parece poco preocupado por su salud, apareciendo sistemáticamente sin mascarilla al recibir a sus visitantes en el interior del palacio apostólico.
Protestan contra las mascarillas
Pese a haber sido hace algunos meses epicentro de la pandemia, Italia vivió el pasado fin de semana una nueva protesta, que congregó a cientos de personas, contra el uso obligatorio de mascarilla.
“No a la obligación de vacunar, sí a la libertad de elección”; “No a las mascarillas en las escuelas, no al distanciamiento”; “La libertad personal es inviolable” y “Viva la libertad”, fueron algunas de las consignas que mostraron en carteles los inconformes.
Uno de los manifestantes incluso mostró una foto del papa Francisco con la palabra “Satán” escrita encima, así como las cifras 666.
*Con información de AFP