Desde 2012, y a raíz del estreno de la película de terror “Exorcismo Documentado”, una misteriosa casa ubicada en la zona 10 capitalina ha despertado interés y temor entre los guatemaltecos.
Aunque su construcción data de muchos años antes de la filmación de la cinta, la residencia ganó popularidad a principios de esta década gracias a los supuestos hechos paranormales que, según se dice, se registran dentro de sus antiguas paredes.
“Exorcismo Documentado”, a cargo del director Rodrigo Estrada, cuenta la historia de “Ana Nicole Menéndez”, una jovencita afectada por una posesión demoníaca, y está basada en hechos reales.
La propuesta, tipo documental, dio mucho de qué hablar en su momento, ya fuera por sus fuertes escenas o por los relatos de los diferentes miembros del equipo a cargo de su realización, quienes afirmaron haber vivido experiencias inexplicables.
Al respecto, Publinews conversó con Gilberto Soto, líder y fundador del grupo “Guatespantos”, sobre sus investigaciones relacionadas con la leyenda de la casa.
“Mientras hacían la película, el equipo comenzó a escuchar y a grabar sonidos extraños dentro de la casa; salían rostros en las paredes y a los actores les jalaban la ropa, entre otras cosas”, explica el experto.
Una huella
Soto, que ha visitado la casa en hasta tres ocasiones, comenta que desde la primera vez que puso un pie en la misma percibió algo que no había sentido en ninguna de sus otras investigaciones.
“Encontré sensaciones muy feas. Hemos ido a investigar en varias casas, pero nunca nos ha pasado lo que nos pasó en la ‘casa del exorcismo’ (como él le llama, refiriéndose a la película). Es extraño darlo a entender a personas que no han estado en esa situación, pero el sentimiento es muy diferente a investigar una casa ‘normal’”, apunta.
El investigador rescata particularmente un hallazgo de esa primera visita, a la que acudió él solo.
“Estaba tomando fotos de lugar, y en un punto encontré una huella de una mano en las escaleras; una huella que no estaba cuando llegué. La habían puesto como con agua o con aceite porque levantó todo el polvo (…) Traté de recrearla poniendo mi mano, pero no quedaba marcada de la misma forma”, indica.
Comenta, además, que la huella era incluso más grande que su propia mano.
“La casa te afecta a nivel personal”
Tiempo después, Soto tuvo la oportunidad de alquilar la casa para llevar a cabo una investigación más profunda, y lo que encontró fue igualmente oscuro, al punto de, incluso, afectarlo a él y a su equipo “a nivel personal”.
“Con el tiempo, alquilé la casa para grabar una investigación. Escuchamos voces y vimos sombras. La casa te afecta a nivel personal; como físicamente. Nos dio dolor de cabeza y provocó que nos peleáramos con el equipo estando dentro. Fue fea la experiencia”, cuenta.
“Puesto que la había alquilado (la casa), la tenía que entregar al encargado por la mañana; el resto del equipo se fue eso de las 3:00 de la madrugada y yo me quedé solo. Mi plan era quedarme a dormir adentro, pero no me animé; me dio miedo; preferí dormir en el carro”, explica.
Sin embargo, Soto indica que incluso estando dentro de su vehículo vivió sucesos inexplicables.
“Escuchaba que me llegaban a tocar el vidrio trasero del carro. Me lo hicieron hasta tres veces entre las 3:00 de la madrugada y las 6:00 de la mañana, hasta que llegó el encargado; no pude dormir”, asegura.
Soto revela, además, que las sensaciones negativas lo siguieron tanto a él como a su equipo incluso luego de haber abandonado la casa. Afirma que él mismo y todas las personas que lo acompañaron esa noche tuvieron pesadillas que, de forma increíble y a la vez espeluznante, tenían algo en común:
“Todos los que hicimos la investigación tuvimos pesadillas; todos tuvimos pesadillas de que nos mataban”.
“Podría ser un demonio”
En su tercera y última visita, el investigador reconoce que, aunque también se respiraba un aire de incomodidad, la experiencia fue considerablemente más tranquila que las anteriores.
“Teníamos esa sensación horrible de estar en la casa. Particularmente, se sentía algo cerca de las gradas. Creo que en el segundo nivel es ‘lo más feo‘”, señala.
“La casa tiene algo negativo. Llegué a la conclusión de que podrían ser dos cosas: un demonio o el espíritu de alguien muy, muy malo que vivió allí”.
Sobre si la considera “la casa más embrujada” de Guatemala, Soto respondió que sí.
“Entre las casa, sí es la más embrujada. Está, además, entre los tres lugares más oscuros que hemos investigado”, asegura.
“Un completo misterio”
El pasado de la casa es incierto, y los datos sobre la misma son escasos o consisten de información incompleta. De hecho, según Soto, ni siquiera historiadores nacionales, que él personalmente conoce y lo apoyan en sus investigaciones, poseen información concreta sobre la verdadera historia de la residencia.
“Nadie sabe de quién es ni su historia. La casa es un completo misterio”, señala.
Por último, sobre la posibilidad de volver al sitio para realizar una nueva investigación, Soto no lo descarta.
“Ahora que tengo más experiencia, más equipo para investigar y mucho más conocimiento, me encantaría volver. Antes no lo veía como una posibilidad, porque me daba miedo, pero ahora me considero más preparado para encarar una nueva investigación en ese lugar”, sentencia.
Para más contenido relacionado con el tema paranormal, puede visitar el canal de YouTube de Guatespantos, en el cual están disponibles decenas de investigaciones documentadas tanto a nivel nacional como en el extranjero.