El papa Francisco anunció este domingo la creación del Día Mundial de los Abuelos y de las personas mayores, que la Iglesia Católica celebrará cada año el cuarto domingo de julio, cerca de la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús.
“Los abuelos son muchas veces olvidados”, dijo el papa Francisco, de 84 años de edad, en su oración semanal del Ángelus, desde el Palacio Apostólico del Vaticano.
“Los abuelos son un lazo entre las generaciones, transmiten a los jóvenes la experiencia de la vida y la fe (…) la vejez es un don”.
“Es importante que los abuelos estén con los nietos y los nietos con los abuelos, porque los abuelos con los nietos sueñan y tendrán ilusión; y los jóvenes, recogiendo la fuerza los abuelos, podrán ir hacia delante”, añadió Francisco.
El Vaticano señaló que está previsto que el Papa presida la primera misa con motivo de este día dedicado a las personas mayores el 25 de julio, manteniendo, eso sí, las restricciones impuestas como medida de precaución por la pandemia de coronavirus.
El Papa instituye la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayoreshttps://t.co/oCLjceHHrI#VaticanNews #JornadaMundial #Abuelos #Mayores #Ángelus #PapaFrancisco
— Vatican News (@vaticannews_es) January 31, 2021
Ciática aqueja al Papa
El viernes, el papa Francisco tuvo que recibir sentado a un grupo de miembros de un tribunal de la Santa Sede, debido a la ciática que padece y que le impidió pronunciar su discurso de pie.
“Debería hablarles de pie, pero saben que la ciática es un huésped un poco molesto. Les pido disculpas, hablaré sentado”, comentó el pontífice, antes de pronunciar un discurso ante los miembros de la Sagrada Rota, el tribunal que se encarga de la anulación de los matrimonios eclesiásticos.
Se trataba de un encuentro tradicional que se organiza en enero con ocasión de la inauguración del año judicial.
Debido a su problema de salud, que lo aqueja desde hace varios años y por el cual usa unos zapatos especiales, Francisco tampoco pudo presidir las celebraciones litúrgicas programadas para fin de año, el 31 de diciembre y el 1 de enero.
En 2013, durante su regreso en avión el primer viaje que realizó al exterior, en Brasil, el Papa confesó a los periodistas que la ciática había marcado su primer mes de pontificado.
“¿Lo peor? Es que me vino una ciática, la tuve el primer mes. Porque para hacer las entrevistas me hacían sentar en un sillón, y eso me hizo daño. Es una ciática dolorosísima, dolorosísima. No se la deseo a nadie”, confesó.
*Con información de AFP