El papa Francisco ordenó este viernes abrir una investigación en la diócesis de Colonia, la mayor de Alemania, por la manera de tratar los casos de abusos sexuales a menores.
Francisco nombró dos “visitantes apostólicos”, enviados extraordinarios de la Iglesia, los obispos de Estocolmo, Anders Arborelius, y de Róterdam, Johannes van den Hende, quienes serán los encargados de “evaluar la situación pastoral compleja creada en el arzobispado y estudiar paralelamente la posible comisión de faltas” por parte del cardenal Rainer-Maria Woelki y otros prelados.
Según fuentes de la diócesis, los dos enviados llevarán a cabo sus investigaciones en las dos primeras semanas de junio.
El Papa recurre a estas medidas cuando considera que una diócesis ya no puede resolver un problema de manera interna.
Señalan encubrimiento
El anuncio coincide con las críticas contra el cardenal Woelki, acusado de haber encubierto a dos sacerdotes de la comunidad religiosa de Dusseldorf, sospechosos de abusos sexuales.
Woelki, conocido por ser un religioso muy conservador, se negó el año pasado a publicar un informe sobre abusos sexuales en su diócesis, que él mismo había encargado, argumentando que había que proteger datos e informaciones incluidas en él.
La decisión exasperó a las víctimas, provocó que muchos fieles abandonaran la diócesis y generó una incomprensión dentro del clero.
El cardenal encargó un segundo informe, publicado en marzo pasado, en el que se detalló que 314 menores, mayoritariamente jóvenes de menos de 14 años, habían sido víctimas, entre 1975 y 2018, de violencia sexual en la diócesis, principalmente por parte de miembros del clero.
Algunos religiosos, sospechosos de haber encubierto los crímenes y de haber tratado con negligencia los casos cuando llegaron a sus manos, fueron suspendidos de sus funciones. Sin embargo, monseñor Woelki no es acusado de nada en este informe, aunque esto no ha calmado las críticas de las que es objeto.
*Con información de AFP