La doctora Iris Cazali, epidemióloga y jefa de Infectología del hospital Roosevelt, se refirió este miércoles a la situación de la pandemia y el impacto que esta ha tenido en el personal de salud.
Durante el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, detalló que “la incertidumbre y la frustración cansan”, especialmente cuando se enfrentan distintas olas de contagio.
Ha sido durante más de un año que los médicos, enfermeras y demás trabajadores de salud se encuentran enfrentando al Covid-19.
El impacto del virus ha causado en el país una serie de altos picos de contagio que no dan tregua, pese a los esfuerzos que se hacen a diario por salvar vidas.
“Vivir una pandemia es algo que nunca se había pensado en la historia nuestra, a pesar de saber que había habido pandemias”, dijo.
En ese contexto, Cazali mencionó que hay un cansancio físico, marcado por la falta de sueño e inadecuada alimentación, pero más que todo se trata de un cansancio emocional.
Aclaró que no se trata de una falta de energía y deseo para salir adelante, pues la mayoría del personal de salud tienen en su corazón todavía el deseo de hacer que la gente se recupere.
Sin embargo, no se puede negar que, como seres humanos, exista ese conocimiento de que el virus pareciera no parar y se siguen dando contagios y muertes, enfatizó.
“Esperamos tener un medicamento mágico para que la gente se cure. Por ahora tenemos la vacuna que, en este momento, es la magia para que la pandemia pare”, agregó.
Tres factores que generan frustración
La profesional también expuso tres factores puntuales que marcan en mayor grado la frustración en este momento de la pandemia:
- La haya personas que duden de vacunarse.
- Que haya otras que no solo no quieren vacunarse, o dudan en hacerlo, sino que además de esto difunden mensajes negativos sobre la inmunización.
- Ver que todavía hay personas que salen a divertirse, sabiendo que pueden contagiarse.
“La frustración es que no siempre hay cama ni espacio para todos. Esto duele y cansa”, manifestó la entrevistada.
Cazali destacó que a nivel mundial hay al menos 3 billones de personas vacunadas y no se han muerto como consecuencia de recibir las dosis contra el Covid-19.
A esto se suma que el 99% de personas que están graves en los hospitales son las que no están vacunadas, añadió.
Dra. Iris Cazali, epidemióloga y Jefa de Infectología del @HRooseveltGT: "Es frustrante ver que aún hay personas que dudan en vacunarse (…) y ver esas hordas de gente que siguen saliendo a 'disfrutar' a sabiendas del riesgo de terminar en un hospital" pic.twitter.com/5Pil0V2ACL
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) July 28, 2021
Cazali señala situación distinta al 2020
La pandemia del Covid-19 ha estado presente por más de 17 meses en Guatemala. Hasta la fecha se registran casi 359 mil casos acumulados.
De acuerdo con Cazali, este pico de la pandemia no es igual a los anteriores. “No solo hay más víctimas, sino más cansancio”, destacó.
“En 2020, nosotros mirábamos que la situación se estaba acercando. Lo mirábamos lejos. Estaba en China, después en Europa y Estados Unidos”, dijo.
Agregó que se podía observar que había mucha gente muerta entre los pacientes. Posteriormente, aparecieron datos de médicos y personal de salud que se enfermaban y morían.
“De alguna manera era enfrentarnos a algo que veíamos venir con un libreto de que se podía morir, pero era solo una teoría”, dijo.
Dra. Iris Cazali, epidemióloga y Jefa de Infectología del @HRooseveltGT: "Este pico de la pandmeia no es, para nada, igual al anterior; hay más víctimas y, sobre todo, hay más cansancio" pic.twitter.com/Rm3bUpfmBh
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) July 28, 2021
Sin embargo, en 2021 el personal de salud del país ya no solo lo veía de lejos, sino que lo vivió.
“Tuvimos colegas que fallecieron, algunos que llegaron al hospital y fueron del grupo de personas por las que ya no hubo más que hacer. El momento de despedirnos de ellos fue terrible”, puntualizó.
Aseguró que actualmente se tiene a un grupo de médicos jóvenes que están prácticamente haciendo turnos sin cesar para atender a la población.
Pero hay muchos colegas, enfermeros, trabajadores de salud, que están sopesando esta situación de saber si continúan trabajando por los demás, seguir haciendo lo que se prometieron a sí mismos, además de que es algo que les gusta.
“Esto se da en un momento en el que no se tiene la solidaridad de las mismas personas que nos toca atender”, concluyó.
