Autoridades de Nueva York anunciaron que la tradicional y masiva celebración de Año Nuevo en Times Square, se reducirá drásticamente debido a la propagación de la variante Ómicron del coronavirus, que ha provocado una escalada de contagios en la ciudad.
Típicamente, unos 58 mil neoyorquinos se reúnen para presenciar la caída de la enorme bola en la punta del edificio One Times Square, anunciando la llegada del nuevo año, pero esta vez la asistencia será reducida a solo 15 mil asistentes, confirmó recientemente el alcalde Bill de Blasio.
Además, se anunció que todos los asistentes deberán usar mascarilla de forma obligatoria y probar que ya están vacunados contra el Covid-19. Medidas sanitarias adicionales “mantendrán segura y sana a la multitud completamente vacunada mientras recibimos el Año Nuevo”, apuntó de Blasio.
New Yorkers have stepped up tremendously over the past year. There’s a lot to celebrate and the additional safety measures we’re announcing today will keep the fully vaccinated crowd at Times Square safe and healthy as we ring in the New Year. pic.twitter.com/SbStmLmfxQ
— Mayor Eric Adams (@NYCMayor) December 23, 2021
Nueva York ha reportado un “asombroso” número de nuevos casos de Covid-19 a lo largo de los cinco distritos de la ciudad, lo que llevado a tomar estas medidas.
En la víspera de Año Nuevo de 2020, Times Square estuvo prácticamente vacía, también por la pandemia, y solo los trabajadores esenciales e invitados pudieron ver caer la famosa bola desde áreas específicas y guardando el distanciamiento social.
Nueva York teme revivir la pesadilla
Nueva York fue durísimamente golpeada por la primera ola de la pandemia en la primavera boreal de 2020. La megalópolis de 8.5 millones de personas, apodada durante mucho tiempo “la ciudad que nunca duerme”, permaneció por entonces completamente desierta durante varias semanas, una escena que parecía sacada de una película de ciencia ficción.
Las inmensas avenidas de Manhattan estaban animadas únicamente por las angustiosas sirenas de los servicios de emergencia. Hospitales y morgues desbordados se veían obligados a almacenar los cuerpos de las víctimas en camiones frigoríficos.
Al menos 34 mil neoyorquinos perdieron la vida desde entonces, y la ciudad, especialmente Manhattan, nunca ha recuperado realmente su legendaria efervescencia de antes de la crisis sanitaria.
Ante esta situación, y con el miedo de revivir la pesadilla, Nueva York impuso la vacunación obligatoria a los funcionarios municipales, que a partir del 27 de diciembre se extiende a todo el sector privado, unos 184 mil comercios.
*Con información de AFP