El paso del huracán Otis, categoría 5, por Acapulco, Guerrero, en México, ha dejado imágenes dramáticas y de desconsuelo tras la destrucción que este fenómeno natural provocó.
Otis tocó tierra pasada la medianoche local y dejó severos daños materiales en calles, grandes edificios y hoteles del popular balneario, pero hasta el momento no se reportaban víctimas.
Imágenes de la principal avenida de la ciudad anegada, con decenas de árboles caídos y mobiliario urbano en pedazos, además de un centro comercial con graves destrozos, fueron difundidas en redes sociales.
Grandes hoteles también sufrieron serios daños, incluso en las habitaciones, según las fotos y videos.
Videos muestran a turistas que colocaron camas y colchones a manera de protección en ventanas de hoteles, mientras otros se refugiaron en los baños.
Presidente viaja a Acapulco
López Obrador viaja como parte de un convoy que está trasladando ayuda humanitaria y que también integran los ministros de Defensa, Marina, Seguridad y Comunicaciones.
“Lo urgente es atender a la población afectada, no tenemos todavía la evaluación de daños porque no hay comunicación”, dijo a la televisora Milenio, Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, que también viaja en el convoy.
La telecomunicaciones son hasta ahora inestables mientras la empresa eléctrica estatal CFE informó que había restablecido el suministro a 40% de los más de 504.000 usuarios afectados en el estado, la mayoría de ellos en Acapulco.
En tanto, el Sistema de Alerta Sísmica de México, cuyos sensores se ubican mayoritariamente en la costa suroccidental del país, dijo que 27 de ellos quedaron inhabilitados por el paso de Otis, por lo que no podrá emitir su alarma si se origina un sismo fuerte en dicha zona.
El ciclón cobró fuerza inesperada en horas, pues apenas al mediodía del martes todavía era una tormenta tropical, tomando por sorpresa a autoridades y pobladores de los estados afectados, especialmente Guerrero.
“Pocas veces, según los registros, se desarrolla así un huracán tan pronto y con tanta fuerza”, explicó López Obrador.
Más de la devastación. Acapulco amaneció sin luz, red telefónica ni internet, tras #Otis, como Huracán Categoría 5.
También devastador el silencio del Gobierno, 12 horas después del impacto del meteoro, sin un solo balance oficial pic.twitter.com/wmdBkOefb1
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) October 25, 2023
Zona de riesgo
En Acapulco, se registra una ocupación hotelera del 50%, dijeron representantes de ese sector. El gobierno habilitó más de 500 albergues para pobladores que viven en zona de riesgo.
En zonas cercanas a la costa de Guerrero se localizan además numerosas comunidades consideradas de alto riesgo ante desastres por su precariedad y por estar enclavadas en montañas.
El 9 de octubre de 1997, Acapulco fue golpeado por el huracán Paulina, que tocó tierra con categoría 4, dejando más de 200 muertos, uno de los más letales en la historia de México.
Territorio vulnerable
Por sus amplias líneas costeras en el Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables al embate de huracanes, con al menos una decena de fenómenos climatológicos al año.
Norma, que llegó a ser categoría 3, dejó el lunes pasado tres muertos ya degradada a tormenta tropical en el estado Sinaloa (noroeste). El fin de semana había tocado tierra como huracán en el sur de la península de Baja California, donde solo provocó daños materiales.
Hace dos semanas, el paso del huracán Lidia, que alcanzó categoría 4 (con vientos de hasta 249 km/hora), dejó al menos dos muertos en los estados occidentales de Jalisco y Nayarit.
En septiembre de 2013 se registró un fenómeno inédito en las costas mexicanas: de manera simultánea, la tormenta tropical Manuel entró por el Pacífico y el huracán Ingrid por el Golfo de México, con saldo de 157 muertos, la mayoría en Guerrero.
* Con información de agencia AFP.