En 2010, la historia de un supervillano que soñaba con robar la luna llegó a ser un sorpresivo éxito entre el público infantil. Y aunque Gru era el protagonista de la película Mi villano favorito, sus intrépidos secuaces amarillos, Minions se convirtieron en las verdaderas estrellas del show.
Amados por grandes y chicos, y con una apariencia que recordaba a una píldora, estas criaturas de habla inteligible fueron ganando espacio en la saga. Años después, se realizaron dos películas solamente de ellos. Con su éxito actual, es difícil imaginar que los Minions estuvieron cerca de no existir en la historia animada.
Pero la apariencia de los Minions estuvo, durante un tiempo, vinculada por teorías virales a un “supuesto experimento nazi”. En el 2015, las redes sociales difundieron un bulo que ha sido desmentido rotundamente por expertos.
La teoría aprovechaba una fotografía en blanco y negro donde se veía a un grupo de personas con cascos ovalados y visores similares a los personajes animados. La leyenda asumía que la cámara retrataba a niños judíos con cascos metálicos sujetos a sus cabezas “para impedirles ver, hablar o crecer”.
La verdadera teoría sobre los Minions…
Falso, concluye el sitio de verificación de datos de Associated Press. La fotografía en realidad representa a soldados de la Marina Real británica portando una antigua versión de trajes de buceo para reparaciones submarinas.
“De hecho, este equipo fue un primer intento de salvar vidas. Será bueno desacreditar definitivamente cualquier vínculo con los nazis o con los Minions”, declaró un vocero del Museo Nacional de dicha institución en el Reino Unido.
El origen real de su diseño se remonta a una evolución de aciertos y bocetos descartados. Como ya se mencionó, la idea de Mi villano favorito surgió de una propuesta del animador catalán Sergio Pablos (Klaus).
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Cabe destacar que esta semana estará llegando a la pantalla nacional la película Mi villano favorito 4.