La directora interina de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Azucena Zeleya, informó que este jueves 31 de octubre se cumple la fecha límite del proceso de adquisición e instalación de elevadores y escaleras eléctricas en el Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA).
De acuerdo con la funcionaria, en las próximas horas se recibirá el informe con respecto a la situación de estos trabajos. Asimismo, realizará una última supervisión para conocer el estatus y tomar las decisiones de lo que se hará a continuación.
Enfatizó que estas evaluaciones forman parte del compromiso de la institución con la transparencia, la eficiencia y el fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria del país.
“Este proyecto ha sido prioridad para nosotros y confiamos que la empresa cumpla con la instalación de los equipos. Tenemos el firme compromiso de garantizar que la instalación cumpla con los estándares de calidad y seguridad que nuestros pasajeros merecen, así como resguardar la seguridad operacional de todos los usuarios”, expresó al respecto.
El titular del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, Félix Alvarado, ha indicado en varias ocasiones que la instalación de las escaleras eléctricas y ascensores a cargo de la empresa Tecnologías Smart Home, S. A. debería ser entregada este día, según lo pactado.
Aire acondicionado del aeropuerto La Aurora opera al 20% de su capacidad
Proceso de cambio de equipos en el aeropuerto
Con respecto al temas de las gradas eléctricas, en septiembre pasado las autoridades del aeropuerto expusieron que la empresa a cargo ya había trasladado hacia la terminal aérea los equipos con el tamaño adecuado y se avanzaba en la fase de instalación. Son seis áreas en las que se colocaron, pero en ese momento estaba pendiente de recibirse el equipo en una de estas debido a que el espacio impedía resguardarlo.
En tanto, para los elevadores se armaron las cabinas, montando vigas para colgarlos y otros detalles en los que se trabajó en los últimos meses.
Estas modificaciones se dieron luego de que se estableciera que las gradas y ascensores que inicialmente había entregado la compañía a cargo no tenían las características necesarias, pues variaban en tamaño con respecto a los espacios asignados para su instalación.