La posible suspensión del entrenador del Olympique de Lyon, Paulo Fonseca, ha generado un gran revuelo en el fútbol francés. El incidente ocurrió el pasado domingo, durante el partido entre su equipo y el Brest, cuando el árbitro Benoît Millot mostró una tarjeta roja a Fonseca. En lugar de aceptar la sanción, el técnico portugués se acercó al árbitro en actitud desafiante, colocándose cara a cara con él. Según el propio colegiado, Fonseca adoptó una postura amenazante, como si estuviera dispuesto a darle un cabezazo, lo que desató un escándalo tanto en los medios como dentro del colectivo arbitral.
El diario L'Équipe ha informado que la Comisión de Disciplina de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia podría imponerle una suspensión de hasta siete meses, una pena que podría extenderse a nivel mundial si la Federación Francesa de Fútbol (FFF) decide solicitarlo a la FIFA. Esta posible sanción se basa en el reglamento, que establece un castigo de hasta siete meses en caso de comportamientos intimidatorios o amenazas hacia los árbitros, como fue el caso de Fonseca. Si esta medida se aprueba, el técnico no podría sentarse en ningún banquillo, incluso si cambiara de equipo o país.
¿Qué hará el Lyon?
El suceso ha generado un debate intenso en Francia, especialmente debido a la violencia del incidente. Apenas una semana antes, otro episodio similar involucró al presidente del Olympique de Marsella, Pablo Longoria, quien fue suspendido por 15 partidos por acusaciones de "corrupción" hacia el arbitraje. Este tipo de declaraciones y actitudes agresivas están siendo muy criticadas, lo que pone más presión sobre la Comisión de Disciplina para que tome medidas severas en el caso de Fonseca.
Aunque Fonseca se disculpó públicamente poco después del incidente y envió una carta formal al colectivo arbitral, el daño ya está hecho. La imagen del entrenador se ha visto gravemente afectada, y la posibilidad de una sanción mundial lo pone en una situación incómoda. El técnico de 50 años, que asumió el cargo en Lyon a finales de enero, podría perderse partidos clave, incluida la Europa League, donde su equipo se encuentra participando actualmente.
Este episodio ha marcado un triste capítulo en la carrera de Paulo Fonseca en Francia. Tras sustituir a Pierre Sache, quien había logrado estabilizar al equipo en la temporada anterior, el portugués había comenzado a forjar una relación con el Lyon, aunque su futuro ahora depende de la decisión que tome la LFP y, eventualmente, la FIFA.
