El Real Madrid ha elevado su queja a La Liga por el horario del partido contra el Villarreal, disputado este sábado a las 18:30 CET, apenas 69 horas y media después de su exigente encuentro de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid. La institución merengue considera que esta programación atenta contra la salud de los futbolistas y ha advertido que no volverá a disputar un partido de liga que incumpla las 72 horas de descanso recomendadas por la FIFA. Además, el club ha manifestado que, si esta situación se repite, recurrirá al organismo internacional en busca de amparo.
El conflicto se intensificó después de que el equipo dirigido por Carlo Ancelotti enfrentara un desgaste físico considerable en el derbi madrileño, que se extendió hasta la tanda de penaltis y concluyó cerca de la medianoche. En la victoria ante el Villarreal (1-2), varios jugadores del Real Madrid terminaron visiblemente agotados y con calambres, lo que reforzó la postura del club respecto a la necesidad de respetar los tiempos de recuperación. Durante la rueda de prensa posterior al partido, Ancelotti fue tajante cuando le preguntaron si aceptarían jugar nuevamente en condiciones similares: "No, claro que no", respondió de manera contundente.
Real Madrid se avocará a la FIFA de repetirse esta situación
La postura del Real Madrid no es nueva, pero en esta ocasión ha sido expuesta con mayor firmeza y con la amenaza de elevar el caso a la FIFA. La directiva blanca argumenta que se trata de una cuestión de salud y equidad deportiva, ya que los clubes que disputan competiciones europeas deben contar con el tiempo necesario para recuperarse y rendir en igualdad de condiciones en la liga doméstica. Desde el entorno del club también se señala que la programación de los encuentros responde a intereses televisivos, lo que, según su visión, no debería estar por encima del bienestar de los futbolistas.
La Liga, por su parte, no ha emitido un comunicado oficial sobre la queja del Real Madrid, aunque en el pasado ha defendido la organización de los horarios con base en criterios comerciales y de audiencia. Sin embargo, el conflicto podría escalar si el club blanco decide llevar el caso ante la FIFA, lo que supondría un precedente importante en la relación entre los equipos y las ligas nacionales en cuanto a la planificación de los calendarios.
Este episodio reaviva el debate sobre la sobrecarga de partidos en el fútbol moderno, un problema que afecta especialmente a los equipos que compiten en múltiples torneos. La postura del Real Madrid podría generar un efecto dominó en otros clubes europeos que enfrentan situaciones similares, lo que abriría la puerta a una posible intervención de la FIFA para regular de manera más estricta los tiempos de descanso entre partidos. Mientras tanto, la tensión entre el club merengue y La Liga sigue en aumento, y queda por verse si esta amenaza se traducirá en medidas concretas en el futuro cercano.