Curazao y Haití clasifican al Mundial 2026
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Curazao y Haití clasifican al Mundial 2026

Curazao clasificó por primera vez a un Mundial y Haití regresará por primera vez desde 1974, en una jornada histórica para el Caribe tras imponerse en sus grupos de las Eliminatorias de Concacaf.

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Curazao y Haití clasifican al Mundial 2026 - FIFA
Curazao y Haití clasifican al Mundial 2026 / FOTO: FIFA

Día histórico para el fútbol caribeño. Este martes, Curazao y Haití sellaron su clasificación al Mundial 2026 tras consagrarse como líderes de los grupos B y C, respectivamente, en unas Eliminatorias de Concacaf que dejaron sorpresas, alegrías y también decepciones profundas. Curazao igualó 0-0 ante Jamaica y, con ese punto, aseguró el primer lugar de su sector, mientras que los Reggae Boyz deberán conformarse con disputar el repechaje intercontinental. El pequeño país caribeño celebra así un logro sin precedentes: será el primer Mundial en la historia de Curazao, una hazaña que marca un antes y un después en su desarrollo futbolístico.

Por su parte, Haití firmó una de las actuaciones más sólidas de toda la clasificación al derrotar 2-0 a Nicaragua y quedarse con el liderato del Grupo C, por encima de potencias regionales como Honduras y Costa Rica. La victoria no solo garantizó su boleto directo, sino que evitó que Honduras fuera al repechaje y dejó a Costa Rica, tres veces mundialista consecutiva, fuera de la Copa del Mundo. Para Haití, la clasificación tiene un valor emocional enorme: será su primera participación desde el Mundial de 1974, cuando sorprendió al mundo con su histórica anotación frente a Italia y su valiente actuación en Alemania.

Día histórico para Curazao y Haití

El impacto de estas clasificaciones en el Caribe es profundo. La región, usualmente relegada a papeles secundarios en las competencias de Concacaf, ve ahora cómo dos de sus selecciones dan un salto gigantesco hacia el escenario global. El logro de Curazao confirma el crecimiento sostenido del fútbol insular, impulsado por una generación de jugadores con experiencia europea y un proyecto federativo más ambicioso. En tanto, Haití vuelve a brillar después de décadas de inestabilidad deportiva, demostrando que su talento natural, cuando se acompaña de trabajo y continuidad, puede competir al más alto nivel.

La Copa del Mundo 2026 recibirá así dos historias de perseverancia y renacimiento que enriquecerán el torneo. Tanto Curazao como Haití llegarán con la ilusión intacta de representar a sus naciones con orgullo y de desafiar los pronósticos en suelo norteamericano. Para el Caribe, esta doble clasificación no solo es un motivo de celebración, sino una señal clara de que su fútbol está preparado para escribir capítulos aún más grandes en los años por venir.

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