Guatemala celebra este año el quincuagésimo aniversario de la fortificación del azúcar con vitamina A, una iniciativa de salud pública que ha transformado la vida de millones de guatemaltecos. En un evento emblemático, las autoridades del Gobierno, junto con representantes de organismos internacionales y líderes del sector salud, conmemoraron este importante hito que ha mejorado la salud y nutrición en el país.
Desde 1975, Guatemala ha liderado el uso del azúcar como un vehículo para combatir la deficiencia de vitamina A, un micronutriente crucial para la salud ocular y el sistema inmunológico. Gracias a esta política, la prevalencia de ceguera infantil ha disminuido drásticamente, pasando de un alarmante 26 % a menos del 0.3 %, según datos de la Encuesta Nacional de Micronutrientes (2009-2010).
Un programa exitoso y sostenible
La fortificación del azúcar con vitamina A se implementó como respuesta a una crisis de salud pública reconocida a mediados de la década de 1970. En 1974, después de un llamado del Benemérito Comité ProCiegos y Sordos de Guatemala, junto al respaldo del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estableció esta iniciativa obligatoria. Alfredo Vila, presidente de la Asociación de Azucareros de Guatemala (ASAZGUA), destacó: "Este programa es un modelo exitoso que demuestra que cuando la ciencia, la voluntad política y el compromiso del sector productivo se unen, se pueden alcanzar resultados trascendentales, sostenibles y de impacto real para la población".
A partir de 1975, el país comenzó la fortificación del 100 % del azúcar, convirtiéndose en el primer país del mundo en implementar esta estrategia a nivel nacional. "El impacto ha sido trascendental. Utilizar el azúcar como vehículo para llevar la vitamina A garantiza el alcance incluso en las comunidades más remotas y vulnerables. Es un hito que ha servido de ejemplo para otros países del mundo", afirmó Manuel Rodríguez Pumarol, representante de UNICEF en Guatemala.
Un ejemplo a seguir para otros países
Durante la ceremonia de celebración, el INCAP entregó un reconocimiento especial a Guatemala y a los productores de azúcar por su éxito en la erradicación de la ceguera infantil. Según la OPS, la experiencia guatemalteca ha inspirado a naciones como Malawi, Zambia, Nigeria y Mozambique, así como a otros países de Centroamérica, a adoptar políticas de fortificación similares.
"La fortificación de alimentos de consumo masivo es una estrategia de salud pública apropiada para el beneficio de la población", comentó Natalia Espinal Corrales del Programa de Alimentos Fortificados DRCA-DRVCS del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Carolina Martínez, Coordinadora del Laboratorio Bioquímica Nutricional del INCAP, subrayó que "es un logro importante y relevante porque la deficiencia de vitamina A provoca serios problemas a la salud de la población y por lo tanto el programa se ha constituido como un bien del país, el cual demostró ser efectivo, eficaz".
El CEO de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, Luis Miguel Paiz, reafirmó: "Nos sentimos profundamente orgullosos de ser parte de este esfuerzo y reafirmamos hoy nuestro compromiso de continuar aportando con responsabilidad, manteniendo la fortificación del azúcar y apoyando nuevas soluciones para los retos nutricionales que aún enfrentamos".
El evento significó la presencia de autoridades destacadas, incluyendo al Presidente del Congreso de la República, Lic. Rony Ramos; el Ministro de Salud Pública, Dr. Joaquín Barnoya; y la Viceministra de Inversión y Competencia del Ministerio de Economía, Lcda. Valeria Prado.
¿Por qué fortificar el azúcar? A finales de los años 60, las encuestas nutricionales realizadas por el INCAP pusieron de manifiesto un grave problema de hipovitaminosis A en la población guatemalteca. Entre los efectos adversos de la falta de esta vitamina, se identificaron:
- Baja en los mecanismos de defensa inmunológica.
- Reducción de la capacidad visual y reproductiva.
- Deterioro de la conjuntiva y córnea del ojo, pudiendo provocar ceguera permanente.
Los estudios demostraron que la deficiencia de vitamina A era atribuible a limitaciones en el acceso a alimentos ricos en este micronutriente, y por eso se decidió la fortificación del azúcar como una solución viable para garantizar el acceso a esta vitamina esencial, especialmente para los grupos más vulnerables. Así, Guatemala se posicionó como el pionero en esta estrategia y logró llevar la vitamina A a todas las capas de su población, erradicando una grave amenaza a la salud pública.
