En los últimos días, el cielo guatemalteco ha sido escenario de un impresionante espectáculo natural. Grandes bandadas de aves migratorias han sido fotografiadas mientras surcan el aire en formación. Se trata de los azacuanes, un grupo de aves rapaces que, cada año, recorren miles de kilómetros en busca de condiciones climáticas más favorables y alimento.
Los azacuanes no son una especie en particular, sino un término utilizado en la región para referirse a varias especies de halcones y gavilanes que migran desde Norteamérica hacia el sur en octubre y retornan entre abril y mayo. Su recorrido inicia en Canadá y Estados Unidos, donde las temperaturas comienzan a descender con la llegada del otoño. En busca de mejores condiciones para sobrevivir, estas aves se desplazan hacia Centroamérica y Sudamérica, llegando incluso hasta la Patagonia argentina.
El avistamiento de estas aves en grandes cantidades ocurre debido a un fenómeno conocido como migrafunnel o embudo migratorio. Este fenómeno se da en puntos específicos del continente donde las corrientes térmicas y los vientos favorecen el vuelo de las aves sin necesidad de gastar mucha energía. Guatemala, al estar en una posición geográfica clave, se convierte en una ruta de paso obligatoria para miles de estas aves.
El papel de los azacuanes en el ecosistema
Más allá de ser un espectáculo visual, la migración de los azacuanes tiene una gran importancia ecológica. Estas aves rapaces controlan poblaciones de insectos y pequeños roedores, regulando de manera natural el equilibrio del ecosistema. Además, su presencia en el cielo también sirve como indicador de la salud ambiental y los cambios estacionales, siendo tradicionalmente asociadas con la llegada y retirada de las lluvias en la región.
A pesar de su imponente vuelo, los azacuanes enfrentan múltiples amenazas en su travesía. La pérdida de hábitats naturales debido a la deforestación, el cambio climático y la caza indiscriminada son algunos de los factores que ponen en riesgo sus poblaciones. Cada año, miles de estas aves no logran completar su migración debido a la alteración de sus ecosistemas y la contaminación ambiental.
Expertos en conservación y biodiversidad destacan la importancia de preservar los ecosistemas que sirven de refugio y descanso para los azacuanes durante su travesía. Según investigadores, garantizar la continuidad de su ciclo migratorio sin interrupciones es fundamental para el equilibrio ecológico y la biodiversidad de la región.
Organizaciones ambientales han enfatizado la necesidad de proteger los bosques y cuerpos de agua que estas aves utilizan en su ruta, además de promover campañas de concienciación sobre su relevancia en el ecosistema.
Con información de Meteorología GT y Clima GT.



