Ginebra, 5 dic. - Los pueblos mayas, xinkas, garífunas y afrodescendientes continúan sufriendo discriminación y violencia en Guatemala, donde no se han adoptado todavía suficientes garantías para la protección de sus derechos, concluye un informe del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas.
Tras el examen periódico de la situación en el país, realizado los días 19 y 20 de noviembre en Ginebra con presencia de una delegación de alto nivel guatemalteca, el informe de 17 páginas del comité citó entre sus motivos de preocupación que la mayoría de las iniciativas para la lucha contra la discriminación de estos pueblos no han tenido avances significativos.
Tampoco se ha avanzado en aquellas medidas "dirigidas a implementar los Acuerdos de Paz, en particular el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas", destaca el comité de expertos, que pide a Guatemala una legislación integral contra la discriminación.
Recomienda también a las autoridades guatemaltecas medidas para prevenir, condenar y combatir el discurso de odio racial ante la persistencia de éste, no sólo en internet y plataformas sociales sino también "por parte de figuras y autoridades públicas".
Discriminación "histórica y estructural"
El comité denuncia una persistente "discriminación histórica y estructural" de esas poblaciones, que se manifiesta, por ejemplo, en los altos índices de pobreza y exclusión social, particularmente para aquellos que viven en zonas rurales y remotas.
El informe manifiesta asimismo inquietud por la insuficiente representación de mayas, xinkas, garífunas y afrodescencientes en la vida política y los asuntos públicos de Guatemala, algo aún más notorio en el caso de las mujeres de estas comunidades.
Agrega el comité que continúan denunciándose usos excesivos de la fuerza por parte de los agentes del orden y por empresas de seguridad privadas con impacto desproporcionado en indígenas que protestan en defensa de sus derechos.



