Actualmente, el déjà vu es una de las experiencias más desconcertantes que puede vivir una persona. Se trata de esa sensación repentina de familiaridad que aparece sin explicación, como si un momento totalmente nuevo ya hubiera ocurrido antes.
Aunque durante años fue rodeado de misterio, hoy la ciencia ofrece respuestas claras que ayudan a entender por qué sucede y qué revela sobre la memoria humana. El déjà vu es una falsa impresión de reconocimiento. La persona percibe que ya vivió una escena, pero al mismo tiempo sabe con certeza que no forma parte de sus recuerdos reales.
Esta contradicción proviene de un desajuste temporal en los mecanismos cerebrales encargados de procesar la memoria y la percepción.Según especialistas en neuropsicología, este fenómeno está relacionado con dos áreas principales del cerebro.
La primera es la corteza entorrinal, encargada de generar sensaciones de familiaridad. La segunda es el hipocampo, responsable de construir recuerdos verdaderos y detallados.
Más del déjà vu
Cuando la corteza entorrinal se activa de más mientras el hipocampo permanece en reposo, el cerebro provoca la impresión de haber vivido algo que en realidad no ha ocurrido. Es un pequeño "cortocircuito" del sistema de memoria. El déjà vu también puede aparecer en personas con epilepsia del lóbulo temporal, donde funciona como una señal previa a una crisis.
Eso confirma que el fenómeno está vinculado al funcionamiento eléctrico del cerebro y a la sincronización de los circuitos neuronales. Otra región involucrada es la corteza prefrontal, la parte del cerebro que evalúa y monitorea la información.
Cuando detecta que la sensación de familiaridad no coincide con un recuerdo real, genera la percepción de que "algo no encaja". Esa es la razón por la que el déjà vu resulta tan impactante: hay una discrepancia inmediata entre lo que sentimos y lo que sabemos.
Factores como estrés, cansancio, falta de sueño y sobrecarga cognitiva aumentan la probabilidad de experimentarlo.



